Soderbergh se pone el piloto automático y rueda una fotocopia de la primera parte, solo que si cabe un poco más rutinaria todavía. Como ya conocemos a los personajes, pues se saltan las múltiples presentaciones (uno de los puntos más fuertes de este tipo de películas), pero por lo demás apenas hay diferencias. El argumento, el malo, los buenos, el tipo de humor, las mismas escenas características de cada personaje (especialmente cansinas las de Don Cheadle hablando con su jerga técnica supuestamente graciosa), los mismos trucos, los mismos engaños al espectador...lo triste no es que la película sea más bien mediocre, lo triste es que se limita a repetir exactamente lo mismo de la primera, y ésta para colmo tampoco era ninguna maravilla.

La segunda parte, Ocean's Twelve, me parece sinceramente una tomadura de pelo, un intento de coger las vacaciones de Steven Soderbergh en Europa y hacerlas pasar por cine experimental, como leí por algún lado, pero casi respeto más eso que la desidia y la falta de ideas de las que hace gala esta película. Una falta de ideas tan notoria como para tener que meter con calzador, por ejemplo, a dos personajes de las dos primeras películas y que no pintan nada en ésta. También se repiten, por cierto, algunos de los chistes con doble sentido que poblaban la segunda entrega (aquello de si Clooney estaba gordo, por ejemplo, o la chorrada con la Julia Roberts), y nos intentan (parece) meter un tono medio dramático con lo de la salud de uno de los chicos de Danny Ocean, cosa que personalmente me resbaló de principio a fin.