Apadrinada por Luc Besson, encumbró a Samy Naceri por su acento, y en su doblaje al castellano perdió la mayor parte de su gracia.

Duelo de actrices con futuros muy diferentes entre una jovencísima Marion Cotillard y una removida Emma Wiklund. Ambas aportan erotismo y gracia a la cinta, y mejoran la pobre actuación de Diefenthal.
El personaje del comisario es, sin duda, el que más pierde con el susodicho doblaje.

Resulta entretenida y gamberra y algunas de sus gracias han trascendido.