Pensaba que iba a estar muy bien conociendo el compromiso social de Juan Diego Boto, pero ha sido una decepción total.
Parece que los problemas para acceder a una vivienda en España sean cosa de personas incultas, inútiles y fracasadas. Como si fuera algo ajeno a otro tipo de personas. Vale que la película se llama en los márgenes y quiere retratar a gente que está en situación de pobreza pero el no tener dinero no quiere decir que seas un ignorante, un torpe, un gris, etc. Es muy clasista esa visión de la gente sin recursos económicos.
Pero no solo eso, sino que también el abogado es un inútil, no solo a nivel profesional sino también a nivel emocional.
No se pone en valor la lucha social con lo importante que ha sido en España; ni tampoco la labor de los abogados, especialmente a los de oficio que son los que atienden estos casos.
Tampoco se hace justicia a la lucha de la mujer y madre; la señora está simplemente amargada, asustada y desesperada; una mujer joven con un niño no reacciona así ante la pérdida del hogar, pone los ovarios sobre la mesa y sale adelante o lo intenta con todo su ser.
El personaje que hace Juan Diego, otro inútil y que no aporta nada.
Podría haber sido una película llena de luz, de lucha, de rebeldía, de coraje, de compromiso y un largo etc; pero no, el director nos ofrece una visión lamentable y corta de personas que son auténticos héroes.
Las actuaciones, nada del otro mundo.