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Voto de Chris Jiménez:
9
7,4
2.318
Animación. Fantástico. Comedia. Aventuras
"Mind Game" es un surrealista cóctel audiovisual, catálogo de cuantas técnicas de animación existen a día de hoy (desde el "stop motion" hasta la infografía poligonal, pasando por la caricaturización extrema o la imagen real manipulada). El film narra la historia de Nishi, quien conoce en un tren a Myon, la mujer de sus sueños. Myon y su hermana invitan a Nishi a su restaurante, donde encontrará la muerte cortesía de unos asesinos que ... [+]
28 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nishi preguntándose por la vida. Pero la vida es inesperada, da vueltas, confunde, va por caminos insospechados, da sorpresas, provoca la parálisis del tiempo, la inversión de las cosas. ¿Hay un dios que nos lleva a la muerte o todo es una concatenación fortuita de eventos provocados por nuestros actos?
El impulso lo decide todo, Nishi.
El momento en que haces una elección lo marca todo, incluso si lo más increíble sucede inmediatamente después de tu planeada decisión. ¿No hay vuelta atrás? Pero existe el hecho del esfuerzo, se puede disfrutar ese instante, ¿no es así?, el movimiento hacia un fin. ¡Todo tal vez se pueda cambiar! El sr. Hitoshi Fujisaki (conocido como Robin Nishi) insiste en ello, de forma constante, en la obra maestra de su carrera, un cómic de corta vida (no más de un año duró su publicación) pero mucha sustancia, "MindGame", que vio la luz en 1.995 y pasó desapercibido para casi todo el mundo.
Era de esperar que esta historia de carácter autobiográfico, trazo grotesco, trama alucinógena, sexo y violencia extrema, críptica simbología y dibujos más cercanos a garabatos y mal encuadrados en las viñetas, atrajera a tan poco público, sin embargo el que fuera asistente de Kazuo Umezu se vio sorprendido (como él predica, la vida siempre sorprende) cuando su trabajo iba a convertirse en un largometraje, años después de haber desaparecido de la mente colectiva. No de la de todos. Desde el seno de 4ºC, el estudio de anime más vanguardista de todo Japón, los fundadores Eiko Tanaka y Koji Morimoto buscan a alguien capaz de plasmar ese universo sin parangón de las páginas a la gran pantalla.
Asumiendo el gran riesgo que suponía eso de cara a la taquilla. Parecía cosa del destino que fuese a parar a las manos de Masaki Yuasa, un tipo de lo más creativo que se desempeña como dibujante, diseñador artístico y guionista de series y películas, en especial de "Shin-chan". Tanaka le convence así para acometer su primer trabajo de director, sin tener idea de que acababa de abrir una peligrosa caja de pandora: su mente, y ahí dentro todo era posible; éste dijo sentirse emocionado con la visión extrema del mangaka, así que la máxima del film era "capturar la esencia del impulso de cada situación".
El inicio lo ejemplifica, por ahora incomprensible sucesión de escenas sin orden ni concierto, pedazos de recuerdos o sueños en pedazos, proyecciones de las vidas de individuos que desconocemos, un prólogo ausente en el cómic original que enlazará con éste al aparecer Myon corriendo desesperada para alcanzar el tren y encontrarse con su amigo de la infancia Nishi...un mal disimulado álter-ego del propio autor, perdedor nato, solitario, aspirante a dibujante. Mientras, el título del primer capítulo del manga, "Tu vida es el resultado de tus decisiones", se repite en los rincones de esa deprimente Osaka de los '90 devorada por la crisis económica y ahogada por la lluvia.
Yuasa, fiel a la narrativa y al mal gusto de Fujisaki, "embellece" un poco su horrible estilo de dibujo gracias a invenciones formales como los intensos colores que inundan la pantalla, los aberrantes ángulos y movimientos de cámara, la combinación fascinante del 2-D y el 3-D y la inclusión de imágenes reales superpuesta en los rostros de los personajes (estos actores, populares cómicos de Osaka, también les pondrán sus voces). Ya me imagino a Satoshi Kon o Hideaki Anno ante semejante espectáculo con un brillo especial en los ojos...
Y sobre todo el ritmo, endiablado, porque hay que decir que el director no nos da tregua durante los primeros 40 minutos de metraje, marcando el desvío la secuencia de violencia incómoda al más puro estilo Miike desatada dentro del restaurante de la hermana de Myon por una pareja de aviesos yakuzas. Entonces este "juego mental" se tratará de cambiar el rumbo del destino, de recuperar un instante olvidado a base de correr contra el reloj del tiempo, detenerlo como hace Astro-boy al principio, destruirlo, crear una nueva realidad y sentirla a flor de piel...¿y por qué?
(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)
¿Termina bien?, ¿termina mal? "La historia nunca termina", reza la película. Es lógico, tanto el Nishi real que escribió el manga y el espectador que está viendo su adaptación animada siguen vivos y escribiendo la historia de su vida día tras día. Las alternativas de las decisiones vitales de los personajes quedan en un supuesto "¿Y si...?" a ritmo de vértigo. Aquí puede haber 30 mil millones de finales, salvo un final convencional; Yuasa nos da esa alternativa para que la imaginemos como un objetivo vital a cumplir.
Quedo maravillado por esta libertad de decisiones, emociones y sensaciones, igual que los afortunados que en el momento de su estreno disfrutaron esta obra y que, si bien no captó la gran atención del público a nivel nacional en un 2.004 donde se apiñaban animes más jugosos ("Steamboy", "El Castillo Ambulante", la secuela de "Ghost in the Shell" o la nueva versión de "Appleseed"), sí lo hizo en festivales internacionales, hasta quedar inmortalizada como la joya de culto que es hoy.
El impulso lo decide todo, Nishi.
El momento en que haces una elección lo marca todo, incluso si lo más increíble sucede inmediatamente después de tu planeada decisión. ¿No hay vuelta atrás? Pero existe el hecho del esfuerzo, se puede disfrutar ese instante, ¿no es así?, el movimiento hacia un fin. ¡Todo tal vez se pueda cambiar! El sr. Hitoshi Fujisaki (conocido como Robin Nishi) insiste en ello, de forma constante, en la obra maestra de su carrera, un cómic de corta vida (no más de un año duró su publicación) pero mucha sustancia, "MindGame", que vio la luz en 1.995 y pasó desapercibido para casi todo el mundo.
Era de esperar que esta historia de carácter autobiográfico, trazo grotesco, trama alucinógena, sexo y violencia extrema, críptica simbología y dibujos más cercanos a garabatos y mal encuadrados en las viñetas, atrajera a tan poco público, sin embargo el que fuera asistente de Kazuo Umezu se vio sorprendido (como él predica, la vida siempre sorprende) cuando su trabajo iba a convertirse en un largometraje, años después de haber desaparecido de la mente colectiva. No de la de todos. Desde el seno de 4ºC, el estudio de anime más vanguardista de todo Japón, los fundadores Eiko Tanaka y Koji Morimoto buscan a alguien capaz de plasmar ese universo sin parangón de las páginas a la gran pantalla.
Asumiendo el gran riesgo que suponía eso de cara a la taquilla. Parecía cosa del destino que fuese a parar a las manos de Masaki Yuasa, un tipo de lo más creativo que se desempeña como dibujante, diseñador artístico y guionista de series y películas, en especial de "Shin-chan". Tanaka le convence así para acometer su primer trabajo de director, sin tener idea de que acababa de abrir una peligrosa caja de pandora: su mente, y ahí dentro todo era posible; éste dijo sentirse emocionado con la visión extrema del mangaka, así que la máxima del film era "capturar la esencia del impulso de cada situación".
El inicio lo ejemplifica, por ahora incomprensible sucesión de escenas sin orden ni concierto, pedazos de recuerdos o sueños en pedazos, proyecciones de las vidas de individuos que desconocemos, un prólogo ausente en el cómic original que enlazará con éste al aparecer Myon corriendo desesperada para alcanzar el tren y encontrarse con su amigo de la infancia Nishi...un mal disimulado álter-ego del propio autor, perdedor nato, solitario, aspirante a dibujante. Mientras, el título del primer capítulo del manga, "Tu vida es el resultado de tus decisiones", se repite en los rincones de esa deprimente Osaka de los '90 devorada por la crisis económica y ahogada por la lluvia.
Yuasa, fiel a la narrativa y al mal gusto de Fujisaki, "embellece" un poco su horrible estilo de dibujo gracias a invenciones formales como los intensos colores que inundan la pantalla, los aberrantes ángulos y movimientos de cámara, la combinación fascinante del 2-D y el 3-D y la inclusión de imágenes reales superpuesta en los rostros de los personajes (estos actores, populares cómicos de Osaka, también les pondrán sus voces). Ya me imagino a Satoshi Kon o Hideaki Anno ante semejante espectáculo con un brillo especial en los ojos...
Y sobre todo el ritmo, endiablado, porque hay que decir que el director no nos da tregua durante los primeros 40 minutos de metraje, marcando el desvío la secuencia de violencia incómoda al más puro estilo Miike desatada dentro del restaurante de la hermana de Myon por una pareja de aviesos yakuzas. Entonces este "juego mental" se tratará de cambiar el rumbo del destino, de recuperar un instante olvidado a base de correr contra el reloj del tiempo, detenerlo como hace Astro-boy al principio, destruirlo, crear una nueva realidad y sentirla a flor de piel...¿y por qué?
(CONTINÚA LA CRÍTICA EN ZONA SPOILER)
¿Termina bien?, ¿termina mal? "La historia nunca termina", reza la película. Es lógico, tanto el Nishi real que escribió el manga y el espectador que está viendo su adaptación animada siguen vivos y escribiendo la historia de su vida día tras día. Las alternativas de las decisiones vitales de los personajes quedan en un supuesto "¿Y si...?" a ritmo de vértigo. Aquí puede haber 30 mil millones de finales, salvo un final convencional; Yuasa nos da esa alternativa para que la imaginemos como un objetivo vital a cumplir.
Quedo maravillado por esta libertad de decisiones, emociones y sensaciones, igual que los afortunados que en el momento de su estreno disfrutaron esta obra y que, si bien no captó la gran atención del público a nivel nacional en un 2.004 donde se apiñaban animes más jugosos ("Steamboy", "El Castillo Ambulante", la secuela de "Ghost in the Shell" o la nueva versión de "Appleseed"), sí lo hizo en festivales internacionales, hasta quedar inmortalizada como la joya de culto que es hoy.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Se deben tener la cabeza y el estómago preparados para el festival de locura que se nos abalanza cuando el alma de Nishi, asesinado de un modo cruel y ridículo, salga disparado al Cielo y desafíe las órdenes de un dios dicharachero, amorfo y con mucha mal uva, para regresar a su cuerpo y revertir el curso de las cosas.
Sentir de nuevo la vida. Catarsis, no se podría definir de otro modo. Catarsis en estado puro cuando el mangaka resucitado se transforma en estrella de acción de una fantasía delirante y se dirige en el coche de los yakuzas junto a las dos hermanas hacia un "viaje súper-express al Infierno"...¡pero no es el Infierno sino una ballena!
Nuevo giro de la anti-trama que lleva toda la historia a lugares menos excitantes pero no por ellos menos fascinantes. Y es que, tras tanta violencia gratuita y frenesí, es el momento de pensar bien las cosas, sin dejar que la lógica se apodere de la situación...porque, al fin y al cabo, los protagonistas han sido devorados por una ballena, y más tarde encontrados por un hombre que lleva durante décadas en su interior y sobreviviendo de las cosas que ésta se traga. Fujisaki imagina así, en su mente retorcida, una especie de sociedad aparte en la que Nishi, Myon y Yang tendrán que sobrevivir y convivir hasta el día en que puedan salir al exterior.
Una vez conocemos la subtrama del anónimo anciano residente en las tripas del animal esto podría figurarse una recreación del castigo bíblico de Jonás, quien al igual que los anteriores fue devorado por una ballena debido a que evitó la misión de Yahvé de profetizar en Nínive. Como vemos este incidente no sólo se produce por engañar Nishi a Dios y evitar su fatal destino, sino que todos y cada uno de los personajes de "MindGame" han evitado seguir el camino que para ellos parecía marcado por sus erróneas decisiones, ocupando así ese espacio incluso peor que el Infierno: el purgatorio, y no obstante en un cómodo "impasse" del que nunca se preocupan de salir.
La narrativa es totalmente lineal, pero Yuasa inserta "flashbacks", alucinaciones y rupturas con tal imaginación que costará distinguir si todo se trata de un sueño o de la auténtica realidad, y en dichos "flashbacks", también gracias a las muchas confesiones que llenan el guión, descubrimos que Myon, por ejemplo, deseaba ser campeona de natación pero se detuvo cuando le aumentaron los pechos, que Yang no pudo dedicarse al arte por culpa de los problemas económicos, que el anciano no pudo cerrar un importante trato de tráfico de drogas por la intervención de la policía (su castigo por haber abandonado a su mujer y su hijo...).
Incluso el yakuza que busca al padre de Myon se lamenta de no haberse quedado junto a una mujer que le espera en la estación. Y por supuesto el pobre desgraciado de Nishi, quien jamás tuvo el valor de declarar su amor a la anterior ni de dar un verdadero impulso a su vida. Todos ellos han estado esperando un cambio que les podía haber llevado de cabeza al Cielo o al Infierno, pero el miedo y la cobardía les han dejado en ese "impasse" existencial; la tripa de la ballena, opuesto a la sociedad a la que el cuarteto protagonista se había acostumbrado, un lugar hostil donde a la fuerza deben esforzarse por sobrevivir, será también el lugar donde experimenten lo fatal de sus cobardes decisiones.
Al enfrentar esto el entusiasmo por encarar una segunda oportunidad nace a cada uno de las mismísimas entrañas, aunque el fin sea decepcionante el proceso de superación valdrá la pena. Ni Fujisaki ni Yuasa celebran la vida como tal, sino la fuerza individual y la voluntad para alcanzar una expectativa. Esto se traduce n un estallido de felicidad espontáneo y explosivo.
Nishi consigue dibujar, consigue hacer el amor con Myon, ambos convertidos en insectos multicolor, Yang libera la locura artística de su interior mutando en un ser diametralmente opuesto a la aburrida mujer que era antes, y el viejo se une a los ánimos de ellos tres por salir de una vez del bicho.
Sentir de nuevo la vida. Catarsis, no se podría definir de otro modo. Catarsis en estado puro cuando el mangaka resucitado se transforma en estrella de acción de una fantasía delirante y se dirige en el coche de los yakuzas junto a las dos hermanas hacia un "viaje súper-express al Infierno"...¡pero no es el Infierno sino una ballena!
Nuevo giro de la anti-trama que lleva toda la historia a lugares menos excitantes pero no por ellos menos fascinantes. Y es que, tras tanta violencia gratuita y frenesí, es el momento de pensar bien las cosas, sin dejar que la lógica se apodere de la situación...porque, al fin y al cabo, los protagonistas han sido devorados por una ballena, y más tarde encontrados por un hombre que lleva durante décadas en su interior y sobreviviendo de las cosas que ésta se traga. Fujisaki imagina así, en su mente retorcida, una especie de sociedad aparte en la que Nishi, Myon y Yang tendrán que sobrevivir y convivir hasta el día en que puedan salir al exterior.
Una vez conocemos la subtrama del anónimo anciano residente en las tripas del animal esto podría figurarse una recreación del castigo bíblico de Jonás, quien al igual que los anteriores fue devorado por una ballena debido a que evitó la misión de Yahvé de profetizar en Nínive. Como vemos este incidente no sólo se produce por engañar Nishi a Dios y evitar su fatal destino, sino que todos y cada uno de los personajes de "MindGame" han evitado seguir el camino que para ellos parecía marcado por sus erróneas decisiones, ocupando así ese espacio incluso peor que el Infierno: el purgatorio, y no obstante en un cómodo "impasse" del que nunca se preocupan de salir.
La narrativa es totalmente lineal, pero Yuasa inserta "flashbacks", alucinaciones y rupturas con tal imaginación que costará distinguir si todo se trata de un sueño o de la auténtica realidad, y en dichos "flashbacks", también gracias a las muchas confesiones que llenan el guión, descubrimos que Myon, por ejemplo, deseaba ser campeona de natación pero se detuvo cuando le aumentaron los pechos, que Yang no pudo dedicarse al arte por culpa de los problemas económicos, que el anciano no pudo cerrar un importante trato de tráfico de drogas por la intervención de la policía (su castigo por haber abandonado a su mujer y su hijo...).
Incluso el yakuza que busca al padre de Myon se lamenta de no haberse quedado junto a una mujer que le espera en la estación. Y por supuesto el pobre desgraciado de Nishi, quien jamás tuvo el valor de declarar su amor a la anterior ni de dar un verdadero impulso a su vida. Todos ellos han estado esperando un cambio que les podía haber llevado de cabeza al Cielo o al Infierno, pero el miedo y la cobardía les han dejado en ese "impasse" existencial; la tripa de la ballena, opuesto a la sociedad a la que el cuarteto protagonista se había acostumbrado, un lugar hostil donde a la fuerza deben esforzarse por sobrevivir, será también el lugar donde experimenten lo fatal de sus cobardes decisiones.
Al enfrentar esto el entusiasmo por encarar una segunda oportunidad nace a cada uno de las mismísimas entrañas, aunque el fin sea decepcionante el proceso de superación valdrá la pena. Ni Fujisaki ni Yuasa celebran la vida como tal, sino la fuerza individual y la voluntad para alcanzar una expectativa. Esto se traduce n un estallido de felicidad espontáneo y explosivo.
Nishi consigue dibujar, consigue hacer el amor con Myon, ambos convertidos en insectos multicolor, Yang libera la locura artística de su interior mutando en un ser diametralmente opuesto a la aburrida mujer que era antes, y el viejo se une a los ánimos de ellos tres por salir de una vez del bicho.