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Voto de Borja S:
7
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5,7
4.584
Aventuras. Thriller. Drama
Mía es una mujer embarazada que, junto a su marido, huye de un país totalitario escondida en un contenedor marítimo. Tras ser forzosamente separados, deberá luchar por su supervivencia cuando una violenta tormenta la arroja al mar. Sola y a la deriva en mitad del océano, Mía se enfrentará a todo para salvar la vida de su hija y reencontrarse con su pareja.
5 de octubre de 2023
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está película de Hollywood es... no, espera, es una película española.
Esta película es un buen ejemplo del talento que hay en el país para hacer películas comerciales más allá de la comedia familiar, del triller policial o del drama lacrimógeno. En este caso nos encontramos a una protagonista embarazada que huye de la miseria de un país autoritario y decadente en búsqueda de un futuro mejor, emprendiendo una aventura axfisiante en un contenedor.
Aunque la idea de jugar con la claustrofobia y angustia en un lugar cerrado y con pocas probabilidades de escapatoria está requetevisto, incorporar a una persona embarazada a punto de dar a luz añade más tensión, por lo menos al que ha tenido hijos. No sólo es ver cómo conseguirá la protagonista escapar de la escape room que le han puesto, si no que es ver cómo se las apañará en una situación tan delicada en un entorno nada favorecedor para dar a luz, criar a un bebé y tratar de salir con él de su trampa.
Es también cierto que hay elementos que restan realidad a la situación y momentos un tanto inverosímiles, pero la gran actuación de Anna Castillo hace que se empatice bien con la protagonista y con la situación límite a la que se enfrenta, dejando los defectos del guión en un segundo plano. Por otro lado, los constantes giros que se dan en la situación (algunos demasiado forzados, dicho sea de paso), tanto para mejor como para peor, y la crudeza de algunas escenas, hacen que nunca sepas qué va a suceder a continuación, manteniendo la intriga y la sensación de desasosiego en todo momento.
En cuanto a los aspectos sociales, es de agradecer que la mujer no cumpla el cliché de "mujer empoderada, atrevida y fuerte" tan habitual en muchas películas actuales y que trata en ocasiones incluso de imitar roles tradicionales masculinos estereotipados. En este caso podemos ver una persona real tras la pantalla, con las emociones, sentimientos y acciones que podría expresar en una situación límite, y con el plus de ver a una madre aguantando lo inimaginable por salvar a su bebé. Por otro lado también quería destacar el acierto de poner a personas europeas en vez de personas de países del tercer mundo huyendo de un país en la miseria en búsqueda de una vida mejor. Aunque hoy veamos con indefensión e incluso con cierta desensibilización como en otros países hay tanta pobreza, guerras y hambrunas, nunca se sabe si el día de mañana nos puede tocar a nosotros.
En general, sin ser un peliculón y con muchos defectos, es una película que podría haber sido hecha en Hollywood y que cumple los objetivos principales para los que está diseñada.
Esta película es un buen ejemplo del talento que hay en el país para hacer películas comerciales más allá de la comedia familiar, del triller policial o del drama lacrimógeno. En este caso nos encontramos a una protagonista embarazada que huye de la miseria de un país autoritario y decadente en búsqueda de un futuro mejor, emprendiendo una aventura axfisiante en un contenedor.
Aunque la idea de jugar con la claustrofobia y angustia en un lugar cerrado y con pocas probabilidades de escapatoria está requetevisto, incorporar a una persona embarazada a punto de dar a luz añade más tensión, por lo menos al que ha tenido hijos. No sólo es ver cómo conseguirá la protagonista escapar de la escape room que le han puesto, si no que es ver cómo se las apañará en una situación tan delicada en un entorno nada favorecedor para dar a luz, criar a un bebé y tratar de salir con él de su trampa.
Es también cierto que hay elementos que restan realidad a la situación y momentos un tanto inverosímiles, pero la gran actuación de Anna Castillo hace que se empatice bien con la protagonista y con la situación límite a la que se enfrenta, dejando los defectos del guión en un segundo plano. Por otro lado, los constantes giros que se dan en la situación (algunos demasiado forzados, dicho sea de paso), tanto para mejor como para peor, y la crudeza de algunas escenas, hacen que nunca sepas qué va a suceder a continuación, manteniendo la intriga y la sensación de desasosiego en todo momento.
En cuanto a los aspectos sociales, es de agradecer que la mujer no cumpla el cliché de "mujer empoderada, atrevida y fuerte" tan habitual en muchas películas actuales y que trata en ocasiones incluso de imitar roles tradicionales masculinos estereotipados. En este caso podemos ver una persona real tras la pantalla, con las emociones, sentimientos y acciones que podría expresar en una situación límite, y con el plus de ver a una madre aguantando lo inimaginable por salvar a su bebé. Por otro lado también quería destacar el acierto de poner a personas europeas en vez de personas de países del tercer mundo huyendo de un país en la miseria en búsqueda de una vida mejor. Aunque hoy veamos con indefensión e incluso con cierta desensibilización como en otros países hay tanta pobreza, guerras y hambrunas, nunca se sabe si el día de mañana nos puede tocar a nosotros.
En general, sin ser un peliculón y con muchos defectos, es una película que podría haber sido hecha en Hollywood y que cumple los objetivos principales para los que está diseñada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
No voy a comentar como otros lo de que no se profundice en la situación del país del que escapa la protagonista, ya que es un pretexto para iniciar la historia que se quiere contar (no vas a meter a una chica en un contenedor porque sí). Así mismo, la historia no creo que necesite mayor profundidad desde mi punto de vista, ya que lo que se busca es conectar emocionalmente con el espectador y mantenerlo enganchado a la pantalla. No estamos hablando de cine de autor o una película intimista, si no de una película comercial de suspense, tal como se intuye desde el primer momento. Lo que sí estoy de acuerdo es que hay varias cosas que chirrían:
El principio es muy exagerado. Parece todo una parodia de un país autoritario pobre y con falta de oportunidades, por no hablar de los malos del puerto, excesivamente teatrales, sobreactuados y con total falta de lógica.
La protagonista tiene más vidas que un gato: se salva con suerte de ser tiroteada, se salva de una caída de un barco, de varios golpes en la cabeza que la dejan inconsciente, de un corte profundo en la pierna, de morir de hambre, de sed, de acabar ahogada dentro del contenedor, de un parto complicado, de quedar varada en medio del océano en una pequeña barca improvisada con tuppers y, finalmente, para colmo, resucita tras hacerle una mujer las maniobras RCP después de estar hundida en el agua durante tiempo.
El niño no se queda atrás: vive tras nacer sin respiración con el cordón umbilical en el cuello en medio de una tormenta y sin asistencia médica. Por si fuera poco, casualmente desde que nace no se repiten las tormentas y hay un tiempo perfecto para que no se caiga al agua que inunda el contenedor. Además se salva también milagrosamente en una embarcación/cuna hecha con tuppers a la deriva. Y la madre, que va atada a la embarcación y se ahoga en el fondo, no hace de lastre por algún motivo que desconozco, por lo que no vuelca.
Saliendo del tema milagros, con todo el tiempo libre que tiene la protagonista para pensar, tiene la genial idea de tapar los agujeros del contenedor por los que entra agua del océano con cinta aislante.... Si, tenía bolsas y otros elementos mejores para taponar el agua del océano, pero ¿para qué?. Mucho tiempo después se da cuenta de que no funciona y decide usar gomas que tenía de mano en los tuppers. Pero bueno, no es el único error de la protagonista. Esta quería salir a la superficie del contenedor y, casualmente, tiene a mano un taladro con batería preparado para perforar el metal. No se da cuenta hasta días después, cuando el niño ya ha nacido.
En cuanto a lo que le sucede al marido de la protagonista, no sé si considerar la idea una chapuza o una genialidad: un contenedor exactamente igual al que se había subido su marido, se hunde delante de la protagonista con gente dentro. Supone la chica que su marido ha muerto pero, por un volantazo del guión, recibe una llamada y descubre que está vivo, asegurándole éste que la va a salvar. Es un poco surrealista que la salve estando a la deriva en medio del océano pero bueno, por lo menos te imaginas un final positivo en el que hará algo para salvar a la protagonista de alguna manera poco creíble. Pues no. Con otro volantazo del guión, en una llamada se despide de la mujer y su hijo, al ser herido de muerte. Queda todo un poco cutre pero al final consigue que te quedes desconcertado y hace que dudes mucho de que se puedan salvar la protagonista y su hijo después del cúmulo de casualidades positivas que le suceden.
El principio es muy exagerado. Parece todo una parodia de un país autoritario pobre y con falta de oportunidades, por no hablar de los malos del puerto, excesivamente teatrales, sobreactuados y con total falta de lógica.
La protagonista tiene más vidas que un gato: se salva con suerte de ser tiroteada, se salva de una caída de un barco, de varios golpes en la cabeza que la dejan inconsciente, de un corte profundo en la pierna, de morir de hambre, de sed, de acabar ahogada dentro del contenedor, de un parto complicado, de quedar varada en medio del océano en una pequeña barca improvisada con tuppers y, finalmente, para colmo, resucita tras hacerle una mujer las maniobras RCP después de estar hundida en el agua durante tiempo.
El niño no se queda atrás: vive tras nacer sin respiración con el cordón umbilical en el cuello en medio de una tormenta y sin asistencia médica. Por si fuera poco, casualmente desde que nace no se repiten las tormentas y hay un tiempo perfecto para que no se caiga al agua que inunda el contenedor. Además se salva también milagrosamente en una embarcación/cuna hecha con tuppers a la deriva. Y la madre, que va atada a la embarcación y se ahoga en el fondo, no hace de lastre por algún motivo que desconozco, por lo que no vuelca.
Saliendo del tema milagros, con todo el tiempo libre que tiene la protagonista para pensar, tiene la genial idea de tapar los agujeros del contenedor por los que entra agua del océano con cinta aislante.... Si, tenía bolsas y otros elementos mejores para taponar el agua del océano, pero ¿para qué?. Mucho tiempo después se da cuenta de que no funciona y decide usar gomas que tenía de mano en los tuppers. Pero bueno, no es el único error de la protagonista. Esta quería salir a la superficie del contenedor y, casualmente, tiene a mano un taladro con batería preparado para perforar el metal. No se da cuenta hasta días después, cuando el niño ya ha nacido.
En cuanto a lo que le sucede al marido de la protagonista, no sé si considerar la idea una chapuza o una genialidad: un contenedor exactamente igual al que se había subido su marido, se hunde delante de la protagonista con gente dentro. Supone la chica que su marido ha muerto pero, por un volantazo del guión, recibe una llamada y descubre que está vivo, asegurándole éste que la va a salvar. Es un poco surrealista que la salve estando a la deriva en medio del océano pero bueno, por lo menos te imaginas un final positivo en el que hará algo para salvar a la protagonista de alguna manera poco creíble. Pues no. Con otro volantazo del guión, en una llamada se despide de la mujer y su hijo, al ser herido de muerte. Queda todo un poco cutre pero al final consigue que te quedes desconcertado y hace que dudes mucho de que se puedan salvar la protagonista y su hijo después del cúmulo de casualidades positivas que le suceden.