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Voto de José Luis:
9
Comedia María de las Montañas es una chica de 30 años a quien la vida no le sonríe: no tiene trabajo, la han echado de su piso, no tiene pareja y vive distanciada de su familia. En una entrevista le preguntan qué tipo de persona es y, al darse cuenta de que no cumple ninguno de los requisitos para ser considerada "normal", se pone manos a la obra para convertirse en eso: una persona normal. (FILMAFFINITY)
16 de febrero de 2016
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi la película sin haber leído crítica alguna, sabiendo solamente que era una ópera prima de una actriz poco conocida por mí, puesto que no soy seguidor habitual de las series de nuestras cadenas de televisión. La impresión fue gratísima. Pasé media hora larga de disfrute cinematográfico. Sinceramente, me pareció increíble que una persona con poco más de treinta años (Leticia Dolera) fuese capaz de escribir, interpretar y dirigir un guion tan sencillo como magistral. Luego vi por TV la gala de los Goya. Y allí estaba, nominada. Después leí algunas –casi todas- de las críticas en Filmaffinity. Dice Ortega que dos espectadores situados en sitios distintos no ven el mismo paisaje. Habría que ampliar: dos lectores no leen la misma novela, dos espectadores no ven la misma película…; porque le verdad es una perspectiva. Por eso entiendo que algunos críticos califiquen con un 10 la película y otros lo hagan con un 1. Que algunos disfruten de los lindo y otros se aburran.
Me senté ante el televisor y he visto de nuevo el video de “Requisitos para ser una persona normal”. Confieso que la segunda vez me gustó bastante más que la primera. Porque la vi con ojos críticos y saqué conclusiones: guion muy ágil y sencillo (lo entiende todo el mundo), diálogos chispeantes, imágenes y encuadres magníficos, interpretaciones mucho más que convincentes (Leticia, Manuel Burque, Silvia Munt y Jordi Jodrá, fantásticos los cuatro), música estupenda y muy bien dosificada. Algunas secuencias son para la posteridad (la de la “bomba holandesa” bajo el edredón nórdico, las de la galleta de vainilla para perros…). Miren, perdonen, salvando las distancias, me acordé de Chaplin: unos personajes humildes, una mirada tierna y comprensiva sobre el mundo, una búsqueda de la verdad. Pido perdón otra vez, he dicho solamente que me recordó a Chaplin, no estoy comparando.
No es una comedia para reírse a carcajadas, pero sí para estar con la sonrisa permanentemente durante más de hora y media. Tampoco emociona, pero divierte y mucho. La parte sensible no llega a lacrimógena, porque Silvia Munt está que se sale. Y Leticia Dolera tiene una “chispa” de la que poca gente que yo conozca puede presumir. Creo que este es “el comienzo de una gran amistad” entre Leticia y el cine de verdad, aunque ya tuviese una más que aceptable experiencia como actriz y como directora de cortos. Para hacer buen cine se necesita tener talento y saber hacerlo. Y cuando se tienen ambas cosas, no se necesitan muchos medios, económicos y de otro signo. Si se pretende hacer una peli sobre la vida de Don Juan de Austria o sobre el Cid Campeador, por supuesto que habrá que emplearlos. Pero se puede hacer muy buen cine sin ellos, y aquí está la prueba. Sí, sí, y le pongo un 9 porque es lo que me sale de dentro. Y porque de todas las películas que he visto relacionadas con los Goya de este año, sin desmerecer a ninguna, me quedo con ésta. ¡Ah, y volveré a ver "Anacleto, agente secreto"! ¡Faltaría más!
José Luis
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