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Voto de José Luis:
9
Drama Una aventura emocional en torno a una deslumbrante niña de once años, muy religiosa, que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son completamente nuevos para ella: enamorarse y morir. 'Camino' es, sobre todo, una luz brillante capaz de atravesar todas y cada una de las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella, y que pretenden en vano sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse definitivamente feliz. ... [+]
12 de enero de 2011
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Enhorabuena a Fesser. Ha logrado plantear de un modo genial el problema del mal (del mal físico) y la falsa solución que desde una perspectiva, en mi opinión equivocada, algunos cristianos han dado. ¿Son la enfermedad, el dolor, y a la postre, la muerte, pruebas que Dios permite para hacernos más fuertes? Tal es la respuesta que en la película se da. Así,cuanto más sufrimiento tengas en esta vida, demuestra una mayor predilección por parte de Dios. Ni entro ni salgo en si el Opus Dei defiende esa postura. Pero sí es verdad que yo la he visto muchas veces en actitudes "cristianas". Sin embargo, aunque el tema es muy extenso para resumirlo aquí, tal actitud contradice la existencia de un Dios que se explica como AMOR. El mal del que aquí hablamos (no el mal moral, o "pecado", que procede de la libertad de los humanos) es una consecuencia de nuestra limitación, de nuestra condición de "mortales". Para que Dios pudiese librarnos de ese mal, tendría que habernos hecho, inmortales, infinitos... cosa imposible, aun para el mismo Dios. Absolutamente cristiana me parece la actitud de la niña de la película: Dios quiere que vivamos, que disfrutemos, que amemos... hasta donde podamos. Y Fesser juega, entre la fantasía y la realidad, con el hecho de que el "Jesús" de la niña no es el Jesús del Evangelio, sino su amigo Jesús, del que está enamorada, y la "Obra" de la niña no es la Obra de Dios (eso significa Opus Dei), sino una obra de teatro en la que quería participar. Magníficos en la película los dos planos: el de la vida de la niña y el que fantasean los que la rodean (exceptuado su padre). Es una película que merece muy mucho la atención de cuantos quieran adentrarse en este problema filosófico-teológico. Y un sobresaliente para ese milagro infantil que se llama Nerea Camacho, paisana mía, por cierto.
José Luis
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