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España España · Santander
Voto de Jonesy :
8
Aventuras. Acción Inglaterra, siglo XIII. Robin Longstride (Russell Crowe), un magnífico arquero que ha luchado en las Cruzadas al servicio del rey Ricardo Corazón de León (Danny Huston), vuelve de Tierra Santa luchando contra los franceses y saqueando poblados. Cuando Ricardo muere alcanzado por una flecha, Robin se traslada a Nottingham para cumplir una promesa que hizo a Sir Robert Loxley (Douglas Hodge) antes de morir: llevar su espada a su padre, ... [+]
18 de septiembre de 2010
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca me ha seducido de manera especial el personaje de Robin Hood, cinematográficamente me disgusta especialmente por la película más aclamada y reconocida. Me refiero a la versión de Michael Curtiz que retrata un personaje que va dando brincos por el bosque mientras dispara flechas y regala fortunas a los más necesitados, un planteamiento tan inocente que me resulta imposible de asimilar por los adornos teatrales del insoportable Errol Flynn. Esta es desde luego mi opinión, lo que algunos podrían ver como un disparate, y que espero tengan en cuenta que no lo realizo con ninguna mala intención.
La versión de Ridley Scott tiene aspectos que para mí rompen con el tradicionalismo que envuelve a este personaje y del que hasta ahora ninguna versión había sido capaz de desprenderse. Este tradicionalismo al que me refiero fue sobre todo magnificado por la espantosa versión protagonizada por Kevin Costner, aún más insoportable el personaje si cabe, y que contribuyó también al envejecimiento de esta leyenda. Volviendo a la cinta de Scott desde un principio ya me gustó mucho el título original previsto que era “Nottingham”, bonito y significativo, pues presentaba una idea de cambio que ansiaba; sin embargo, el elegido finalmente me hizo de nuevo dudar sobre las intenciones del director. Tras visionar el film, seguramente Universal Pictures tenía miedo de que ese título fuera ignorado por el público y recurrió a la vulgaridad del formalismo popular. A partir de ahí la independencia narrativa del creador se pone de manifiesto, retratando una época previa a lo que siempre hemos supuesto y significando un personaje más sobrio, natural y creíble que no renuncia a los principios básicos del entretenimiento. La actuaciones y el desarrollo son más que correctas, puede no estén dentro de lo que se entendería como “obra maestra”, pero tiene el detalle de reiniciar al personaje y quitarle algo de la solera que parecía impedir su evolución. A partir de aquí el Sr. Scott ha abierto una nueva posibilidad que espero continúe para nuestro deleite.
Jonesy
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