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España España · Barcelona
Voto de AMQE:
6
Romance. Drama. Thriller Lala, una adolescente que vive en el barrio más exclusivo de Buenos Aires, está enamorada de la Guayi, la criada paraguaya que trabaja en su casa. Sueñan con irse a vivir juntas a Paraguay, a orillas del lago Ypoá. El asesinato del padre de Lala apura sus planes. Este es el punto de partida que apura la huida en la ruta que une el norte de Buenos Aires con Paraguay. (FILMAFFINITY)
3 de mayo de 2009
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues parece que se confirma el cambio de tendencia que viene experimentando el cine argentino, o al menos las películas que aquí nos llegan, de un realismo granítico con voluntad de denuncia política y social a unas historias personales de espíritu onírico que muestran el desencanto y la mala conciencia de una burguesía que se muestra incómoda con unos valores sociales y familiares que parecen perdidos irremediablemente. Lucía Puenzo en su segundo largometraje, desgrana con precisión el desmembramiento de una familia (¿) mediante la historia de amor (imposible?) de dos chicas a las que les separa un mundo en todos los aspectos, pero que están dispuestas a luchar sin importarles las consecuencias. Esta premisa le sirve a Lucía Puenzo para reflexionar sobre el papel de la familia en la sociedad actual, las relaciones basadas en las diferencias de clases y el precio a pagar por intentar cumplir unos sueños que más parecen una huída adelante que otra cosa. Todo ello servido en una película que no olvida impregnar de magia y lirismo determinadas escenas que ayudan a suavizar una realidad marcada por la corrupción y el desencanto, y que constituye marca de fábrica de una nueva generación de cineastas argentinos de la cual las directoras Lucía Puenzo y Lucrecia Martel se presentan como punta de lanza. Sensible y comedida, supurando vida por todos sus poros, “El niño pez” constituye un logrado paso adelante en una cinematografía que parecía condenada a acabar aburriendo a fuerza de repetir siempre el mismo mensaje.

Lo mejor: la expresividad de los ojos de Inés Efron.

Lo peor: se tuerce algo en su tramo final.
AMQE
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