Un found footage de libro. Una pareja de policías encuentran en una casa abandonada unas cintas de video que al visualizarlas les mostrará como las vacaciones ideales de una familia se vuelven algo oscuro y sangriento. Tiene un buen arranque y la trama aunque trillada, es algo más original que en otras películas del mismo género. El problema es que se alarga de forma innecesaria y existe un abuso de las subidas de volumen para asustar al espectador. Los formatos de las cintas encontrados (Super8, GoPro y Cámara de video convencional) son un acierto, porqué rápidamente sabremos a que personaje se atribuye esa grabación, pero la lentitud en el desarrollo, especialmente en su parte final, y el exceso de movimiento de la cámara en algunos momentos, hacen que la película se vuelva algo soporífero. La película más floja vista en el festival de Sant Cugat.

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