Interesante drama juvenil de manufactura independiente y con toques de comedia que supuso el debut en la gran pantalla de la directora Rebecca Thomas y que posteriormente estaria al mando de algunos episodios de la popularísima serie “Stranger Things”.

Criados bajo las más estrictas normas religiosas de una pequeña comunidad asentada en pkeno desierto de Utah, Rachel (Julia Garner) y su hermanastro Mr. Will (Liam Aiken) huyen después de saltarse la normas impuestas por una familia que les obliga a confesarse con un viejo magnetófono como demostración que la pureza va acorde a su fe religiosa. Pero una cinta de cassette parece alborotarlo todo y las confesiones de ella pasan a ser el principio de un acto de rebeldía al creer que se ha quedado embarazada del mismo Dios. La letra de una canción que le llevará a conocer a Clyde (Rory Culkin) y Johnny (John Patrick Amedori) dos skaters que tocan en un grupo de rock en varios locales de Las Vegas.

Grata sorpresa en un film que contiene una introducción y presentación de personajes algo ambigua pero que progresivamente van abriendo lentamente una sencilla, simple y bonita historia que saca a relucir los trapos sucios de la moral americana y a la vez deja relucir el sentimiento de rebeldía de la juventud de hoy y siempre. A destacar la aparición secundaria de Billy Zane interpretando al rígido pedricador y padrastro de la protagonista y a Rory Culkin, uno de los seis hermanos de Macaulay Culkin.