Inspirándose en el caso real de tres activistas por los Derechos Civiles a su paso por el Estado de Mississippi, epicentro de conflictos raciales y que desembocaron en un llamamiento a favor de la tolerancia e integración vociferado por Martin Luther King desde el Norte, en Washington y con el punto de mira al Sur olvidado.

Y en esas tierras húmedas, calurosas y pantanosas, donde se hierve el odio, dos agentes federales de metodología distinta (Gene Hackman contra Willem Dafoe) tendrán que hacer fretne a una investigación donde no hay testogiso, todo el mundo calla y nadie aporta, (desde la policía al barbero). Todo el mundo mira a otro lado mientras los negros siguen siendo cada vez más amenazados por una banda de incorregibles encapuchados (algunos de ellos interpretados por los adecuados Michael Rooker y Pruitt Taylor Vince), o desde la acción más ejecutiva, perpetrada por un influyente hombre de negocios de la zona (Stephen Tobolowsky), a la indiferencia de un alcalde (interpretado por Robert Lee Ermey, el sargento de “La Chaqueta Metálica”) y un policía presuntamente implicado (Brad Dourif) marido de una peluquera (Frances McDormand).

Una red de personajes locales que Alan Parker dota de veracidad en éste thriller-denuncia bastante efectista (ayudada por una adecuada y tensa banda sonora formada por Trevor Jones) que sobrepasa películas de temática similar como “El Hombre del Clan” (The Klansman, 1974) de Terence Young, “El Sendero de la Traición” (Betrayed, 1988) de Costa-Gavras o “Fantasmas del Pasado” (Ghosts of Mississippi, 1996) de Rob Reiner.