El anciano Paul Edgecomb (Dabbs Greer / Tom Hanks) recuerda su juventud como jefe de celadores de una prisión y en unos tiempos difíciles dónde muchos reos terminaban los últimos días de su vida a la espera de la silla eléctrica. La llegada de John Coffey (Michael Clarke Duncan) un enorme hombre de color acusado de asesinado a dos niñas gemelas cuando su intención era reanimarlas. La espera en “la milla verde” no aguarda esperanza alguna para otros condenados como “Wild Will” Wharton (Sam Rockwell), o Eduard Delacroix (Michael Jeter) pero la presencia de Coffey y sus extraordinarios milagros influirá en la visión que tenían guardianes de prisión como Paul sobre algunos de los prisioneros.

Frank Darabont se animó a adaptar otro relato de Stephen King tras el éxito inesperado de “Cadena Perpetua” (The Shawshank Redemption, 1994), que, evidentemente, no llega a la altura de su predecesor, tal vez por tratarse también de un drama carcelario con ribetes sobrenaturales y ambientado en los años de la Gran Depresión. Pero sin embargo, “La Milla Verde” (título cinematográfico) se publicó en España en fascículos de cinco volúmenes con el título de “El Pasillo de la Muerte”, tal vez para darle más énfasis a la rúbrica de un autor tan relacionado con ésta temática como el rey de las novelas de terror Stephen King.

No obstante se esperaba una altisonante acogida para una película algo larga pero que funciona gracias a cada uno de los personajes que pululan en la herrumbrosa prisión (desde Tom Hanks a los escalofriantes Doug Hutchison y Sam Rockwell, sin excluir al asombroso y malogrado Michael Clarke Duncan que eclipsa a unos demasiado bondadosos David Morse y Barry Pepper).

No obstante Darabont y King retomarían juntos otro proyecto, la asombrosa y aterradora “La Niebla” (The Mist, 2007) acercándose más al terror puro que las historias rellenas de buenas intenciones.