Con un principio bastante casposo e irregular llega el guerrero invencible exiliado heredero al trono de la ciudad extradimensional de K'un-Lun, el llamado "Puño de Hierro", y con él todos los tópicos y galimatías del mundo budista y la canalización de la energía interna para alcanzar el estado de la iluminación, etc...

El primer capítulo tiene un nivel aceptable a pesar de que las escasas escenas de violencia son patéticas. Otro factor es el tiempo de cada capítulo que es bastante largo durando casi una hora conteniendo mucha cháchara soporífera. Pero luego llegan los siguientes episodios del todo decepcionantes sin ritmo y chapuceros... Aunque a partir del capítulo 6º creo que otro equipo de guionista y quizás la dirección (de tantos directores y guionistas que tiene esta serie), toma las riendas y mejora bastante tanto el lado de las escenas de lucha como la argumental. A pesar de no estar seguro lo digo porque es notable la diferencia de nivel.

De todos modos es una serie sólo apta para los adictos al mundo de los superhéroes, y sobre todo a rememorar los comics de juventud, donde estos personajes del mundo del papel se transforman en carne y hueso para deleite de culto sentimental.