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Voto de AGOLPEDEEFECTO:
7
Animación. Comedia. Infantil. Fantástico. Aventuras Sólo la desbordante imaginación de un niño puede conseguir que un indio y un vaquero pretendan regalarle una barbacoa a un caballo que toca el piano. Dos directores belgas llenos de fantasía deciden dotar de vida a los soldaditos de plástico de su infancia y convertirlos en protagonistas de una trepidante aventura a través de la tundra y de las profundidades submarinas hasta llegar al mismísimo centro de la tierra. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creada en 2009, se ha proyectado en España como parte la programación de Animac, pero hemos tenido que esperar hasta 2011 y su paso por diferentes festivales para poder disfrutarla en la gran pantalla. Está protagonizada por auténticos juguetes de nuestra infancia como indios, vaqueros y otros muñecos de plástico, animados mediante la técnica del stop-motion. Visualmente ingeniosa y de narrativa fascinante.

Sus creadores estuvieron tres años trabajando en el guión. Durante este tiempo, escribieron y retocaron la historia, los gags y los diálogos. En España, la serie de referencia para la creación de la película no es conocida, por lo que las consideraciones a diferencias con esta no parecen tener sentido, sin embargo, no importa, la película en sí, es visualmente arriesgada, mezclando los dibujos y los muñecos con efectos de animación y texturas, con colores brillantes y sonidos sugerentes. Realmente es difícil calificar al tipo de público al que va dirigido, ¿para niños? Tal vez, pero no demasiado pequeños, yo diría que a partir de 9-10 años y de ahí sin límite.

Su estética es original y surrealista, recuerda (tal y como sus creadores han comentado alguna vez) a las historias que inventábamos algunos de pequeños, para muchos de nosotros de infancia común, cuando nuestras madres forraban el tambor de detergente donde guardábamos todos esos juguetes descabalados, unos pocos soldados de plástico, vaqueros, indios, algún caballo, ovejas, coches en miniatura, piezas sueltas de un fuerte, un paracaidista, etc. después vaciábamos el bote en el suelo y creábamos asombrosas aventuras con esos juguetes sin relación, ovejas asesinas, indios que se lanzaban en paracaídas… una vuelta a la infancia pero con la nostalgia del pasado.

Una historia sencilla en su globalidad, elementos sencillos con personajes sencillos y entrañables, con movimiento constante pero sin articulación de los mismos ya que son muñecos rígidos, pero las emociones son capaces de transmitirse de una manera efectiva, es una historia original, con buen ritmo y que en algunos momentos te hace sonreír por la originalidad y lo absurdo de las escenas. Desde luego aunque parezca muy sencilla esto no esta llevado a su creación que resulto complicada y costosa.

Una hora y cuarto que pasa volando, por el ritmo frenético, los diferentes escenarios, los inventos originales y muy estudiados que de una forma cotidiana te sorprenden y asombran (cafeteras de tres chorros, el cepillo de dientes del caballo, etc.), las situaciones cambiantes y absurdas como Indio encargando ladrillos por Internet, Caballo que va a buscar en coche a los animales cuando acaban sus clases de piano en el conservatorio, etc...

Su alta valoración es por toda esta originalidad en esta arriesgada aventura, es lo que hace que valga la pena pasarse por el cine y disfrutarla.
AGOLPEDEEFECTO
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