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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Drama Kym (Anne Hathaway) es una ex-modelo que regresa a su casa para asistir a la boda de su hermana Rachel (Rosemarie DeWitt). A pesar de su juventud, Kym tiene un largo historial de crisis personales, conflictos familiares y largas estancias en clínicas de rehabilitación. La boda de Rachel parece la ocasión perfecta para limar asperezas con sus padres y el resto de la familia. Sin embargo, lo que prometía ser un fin de semana festivo acaba ... [+]
10 de noviembre de 2008
14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
En Estados unidos se ha estrenado La boda de Rachel con críticas en general muy buenas, y con la vista puesta en los Oscar. Aquí en cambio está pasando bastante desapercibida.
La boda de Rachel supone el regreso al cine de ficción del director Jonathan Demme. Un director que desde que hiciera Philadelphia, hace ya quince años, no ha tenido demasiada repercusión con ninguna de las tres películas que ha hecho desde entonces. Solo los documentales han contribuido a darle alguna satisfacción.
Es por eso que para su regreso se ha decidido por una película pequeña, que le permitiera tener la libertad creativa de la que seguramente no disfruto en sus anteriores películas.
La boda de Rachel es una película vista muchas veces antes. Nos sitúa en plena celebración familiar, en este caso una boda. Y como siempre, la oveja descarriada de la familia vuelve a casa para no perderse la reunión. Y a partir de ahí comienzan a salir trapos sucios y reproches, transformando lo que prometía ser un momento de felicidad en casi un campo de batalla. Pero al final, así es la familia, la aguas vuelven a su cauce, y todos son un poco más tolerantes con los demás y tal vez también algo más felices.
Janathan Demme se echa la cámara al hombro y se enfrenta a la historia en plan Dogma danés, o eso dicen. La verdad es que comparada con algunas películas Dogma danesas, esta me parece el colmo del clasicismo, así que salvo por algún detalle, la comparación me parece traída por los pelos.
Partiendo de la base de que la historia no sorprende, la película consigue enganchar gracias al buen retrato que se hace de todos los personajes. Desde la conflictiva y protagonista Kim, hasta su muy secundaria madre, todos resultan personajes complejos y bien elaborados. A veces incluso una mirada puede situar a un personaje dentro del complejo, pero previsible, drama familiar que cuenta la película. Para conseguir esto son decisivas las interpretaciones de todo el reparto. Anna Hathaway da el salto definitivo que venía buscando, y se convierte en una actriz llena de fuerza, capaz de transmitir sentimientos complejos y contradictorios. Además brilla con luz propia Rosemarie Dewitt como la Rachel del título, que se enfrenta a un personaje mucho más racional, pero que está a punto de perder su equilibrio. Y pese a su breve papel también merece destacarse a la gran Debra Winger, que con un par de miradas y una escena excelente hace que su presencia no se olvide con facilidad.
Tal vez la secuencia de la cena anterior a la boda, en la que todo el mundo dedica su particular discurso a los novios, resulte especialmente cansina. Por contra los momentos musicales sirven de brillantes paréntesis dentro del drama que se vive.
No por previsible y tópica, La boda de Rachel resulta una película menos viva y disfrutable.
ernesto
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