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Voto de Barfly:
82.371
Ciencia ficción. Thriller. Acción
Tras la llegada de una enorme nave espacial a Johannesburgo (Sudáfrica), los alienígenas fueron encerrados en campos de concentración en calidad de refugiados. Unos veinte años antes, cuando los extraterrestres entraron en contacto con nuestro planeta, los hombres esperaban un ataque hostil, o un gran avance tecnológico. Pero nada de ello sucedió. (FILMAFFINITY)
1 de noviembre de 2009
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertida memez, con menos originalidad de la que cree, y con más concesiones de las que desearía viruetelandia, intuyo.
Entiendo, no obstante, aunque hasta cierto punto, la euforia desmedida de los viruetes. Aunque la primera media hora me parece extrañamente fallida, con poca capacidad para enganchar pese a lo delirante y presuntamente atractivo de la propuesta, la película comienza a despegar las alas cuando el protagonista, un pobre perdedor con cierto carisma, comienza a homenajear, al alimón, al Jeff Goldblum de The Fly y al John Hurt de Alien.
Ahí, la función aporta nervio y emoción. Es al final, cuando una sacarina voladora planea sobre la escena, y cuando deduzco que los viruetes rumian cierta decepción, cuando Distrito 9 flojea un poco.
Anecdótico también ese amago de denuncia social, que al principio promete pólvora y acaba entregando pan rallado.
Pese a todo, tiene cierta gracia, admito, y es entretenida, pero su billete de ida al limbo no se lo quita ni dios.
Entiendo, no obstante, aunque hasta cierto punto, la euforia desmedida de los viruetes. Aunque la primera media hora me parece extrañamente fallida, con poca capacidad para enganchar pese a lo delirante y presuntamente atractivo de la propuesta, la película comienza a despegar las alas cuando el protagonista, un pobre perdedor con cierto carisma, comienza a homenajear, al alimón, al Jeff Goldblum de The Fly y al John Hurt de Alien.
Ahí, la función aporta nervio y emoción. Es al final, cuando una sacarina voladora planea sobre la escena, y cuando deduzco que los viruetes rumian cierta decepción, cuando Distrito 9 flojea un poco.
Anecdótico también ese amago de denuncia social, que al principio promete pólvora y acaba entregando pan rallado.
Pese a todo, tiene cierta gracia, admito, y es entretenida, pero su billete de ida al limbo no se lo quita ni dios.
