167/02(02/10/19) He visto este film japonés por el aluvión de críticas positivas que tiene, incluso comparándola con la divertidísima “Shaun of the dead” (2004), pero mi trompazo ha sido pero que un apocalipsis zombi, y es que me encontrado con una película tediosa, que a pesar de durar apenas hora y media se me ha hecho más larga que la visita de los suegros. Dirige y escribe Shin'chiro Ueda en su segundo largometraje. Su pretendido humor me ha quedado en un tostón sin gracia con chistes que no me levantan ni una mueca, donde la originalidad de su ejercicio de metacine con un film dentro de un film y dentro de su making off me ha resultado desaprovechado. Comienza como serie Z de terror rodada en plano secuencia (que genialidad, pues puaj!), con situaciones penosas, sin provocarme más emoción que bostezos, para en su anhelado giro a los 36 minutos, despertarme interés, pero este se va tan rápido como el fuego de un fósforo. Quiere ser un homenaje al estilo de hacer cine precario, a la gente ilusionada que hace un tipo de cine primario, con efectos y maquillaje tosco, y desgraciadamente queda eso, un film tosco, una comedia de terror, sin terror y sin humor, jugando con los estereotipos del género de modo superficial. Esta pretendida carta de amor al cine me queda ridícula, con soluciones chuscas, con un desarrollo plano, de las actuaciones ni hablar, pues como juzgar algo malo que se quiere hacer malo. Da la impresión que el guionista y realizador ha tenido una idea y luego no ha sabido estirarla hacia un largometraje, estirándola en una huida hacia adelante que a mí por lo menos me agota, quizás en un cortometraje hubiera ganado. Y es que la serie Z suele ser mala, y si me restriegan sin chispa el making off de esto me parece una toamdura de pelo, y desgraciadamente muchos han comprado la idea, y con ello yo he caído como un pardillo, primero viéndola y después perdiendo tiempo escribiendo sobre ella (puaj!).

Hecho con un bajo presupuesto de ¥ 3 millones ($ 25,000) con un elenco de actores desconocidos, la película se estrenó en Japón en un pequeño teatro durante seis días. Tras su éxito internacional en su proyección en el Festival de Cine de Udine, la película comenzó a tener una mayor exposición, incluido un relanzamiento en Japón. Recaudó US $ 27.935.711 (¥ 3.12 mil millones) en Japón y $ 30.5 millones en todo el mundo, haciendo historia en la taquilla al ganar más de mil veces su presupuesto. La película también recibió la aclamación universal de los críticos, que elogiaron su originalidad, escritura y humor.

“Se narra el relato del rodaje de una película de bajo presupuesto de muertos vivientes que se vuelve contra sí misma cuando los reanimados reales parecen empezar a asaltar a los de ficción en su día de trabajo fílmico; En la segunda, tras 35 minutos de continuidad sin cortes, se entra en el terreno de una especie de Así se hizo…, trasciende la propia explicación del oficio del cine.”

Es un canto al cine cutre, a las gentes que hay tras las cámaras en estas humildes producciones, los cámaras, el maquillaje, los efectos especiales, la sangre casera, pero si mala es la visión de un film serie zzz, su making off me provoca menos interés aun. Con unos personajes sin alma, meros clichés, sin hondura alguna. Me parece de Expediente X toda la corriente favorable de opiniones sobre esta memez de película. Quien quiera ver una carta de amor al cine puro, al idealismo en condiciones extremas de escasez de medios que vea “Ed Wood” (1994), esto es una copia mala bastardeada de la obra maestra burtoniana.

Me queda un bodrio que debe tener algo que yo consigo ver, pues lo único que atisbo es hora y media perdida con un producto bazofia. Fuerza y honor!!!