143/27(24/05/20) Este film es una de esas rarezas donde un director entonces debutante, y que posteriormente en su filmografía no ha demostrado gran cosa, es capaz en su ópera prima hacer que los astros coincidan para ser rozada la película con un halo maestría, y Gary Fleder lo consiguen en este su primer largometraje, donde además se junta con el guión de otro primerizo como Scott Rosenberg (“BeautifulGirls”), que se inspiró la reciente muerte de su padre por cáncer, enfrentado este dolor tuvo una idea que era "menos una historia de crimen que una metáfora de un grupo de tipos que tienen enfermedades terminales". Al apropiarse de su título de una canción de Warren Zevon, grabada en su álbum de 1991 Mr. Bad Example, que permitió bajo la condición de que la canción se reprodujera durante los créditos finales. El nombre del personaje principal, "Jimmy the Saint", proviene de la canción de Bruce Springsteen "Lost in the Flood" del álbum Greetings from Asbury Park, NJ. Rosenberg originalmente tuvo la idea de utilizar el dinero del padre de Fleder para hacer la película ellos mismos.

Entre director y escritor nos regalaron un thriller fatalista genial, en una mezcla sibarita de drama, acción, romanticismo y humor negro, enaltecido por la composición de unos personajes disfuncionales prodigiosamente delineados, todos con sus motes, e interpretados por una impresionante galería de actores en estado de gracia (Andy García, Christopher Lloyd, Treat Williams, Steve Buscemi, Christopher Walken, William Forsythe, Fairuza Balk y Gabrielle Anwar), a los que el guión incluso en escasas apariciones los más secundarios sean capaz de dejar huella. Todo relatado con profundidad, con poso de reflexión sobre el sentido de la vida, sobre el nihilismo, sobre el peso del pasado, sobre la dignidad individual, sobre los sueños (“estremecedor mantra ‘Copas de yate’), sobre los sacrificios, sobre la amistad, sobre la inexorable llegada de la muerte. Una película a la que le tengo gran cariño por lo mucho que me sorprendió, en cada giro, encada diálogo rico en matices, en muchas de sus imaginativas escenas, y que se ha acrecentado mi estima al comprobar su infravaloración, tanto como para que mucha gente la denigrara por ser tarantiniana, yo la verdad, debo haber visto otra película con el mismo título, los críticos la vieron como una hermana débil de Pulp Fiction (1994), para distanciar las dos películas, Miramax postergó el lanzamiento del film a 1.995, lo cual no impidió su fracaso comercial (convirtiendo el film en obra de culto), producida con un presupuesto de $ 8 millones, la película obtuvo solo alrededor de $ 530,000 con su lanzamiento limitado.

Tiene un comienzo desconcertante, pero que en realidad será el leit-motive del film, ello cuando vemos en primer plano a un tipo hablar a cámara sobre sus reflexiones vitales, tras lo que nos enteramos de que estamos en una empresa que se dedica a grabar especie de testamentos visuales que sirvan para guiar a sus descendientes (recurso de fragmentos de videos estos que se irán insertando durante todo el metraje a modo de leit-motive), pasea a una pareja de potenciales clientes por el lugar, se detiene en un tipo que da consejos virulentos a su hijo de como ligar con mujeres ("Trátelos como basura, y vienen corriendo"). Tras lo que se nos presenta el protagonista “Jimmy el Santo” (Andy García), al ritmo de Tom Waits y su "Jockey Full of Bourbon", tipo elegante, gentil, para rápidamente sumergirnos en lo que será el deux machine que desencadenará una marejada vengativa incontrolable. Andy García lo encarna de modo superlativo, dota a su rol de hidalguía, de alma, modulando una tremenda expresividad en su mirada, en sus gestos, destilando espíritu de camaradería, así como un gran romanticismo en su relación Dagney (Gabrielle Anwar), excelente modo en que en que le entra.

Jimmy se ve obligado a hacer un ‘encargo’ para el siniestro “Hombre del Plan”, un mafioso al que da vida un tremebundo Christopher Walken, un tetrapléjico aterrador de melena plateada y rostro cadavérico, vive anclado en una silla de ruedas, asistido por una hermosa enfermera, despliega una mordaz vena psicópata en cada deslumbrante aparición, rol para el que parece haber nacido, arrolladoramente escalofriante cuando amenaza con que le saquen ‘la polla? Y haga se la chupe un tipo al que está vejando (no quiero decir quien para no spoilear), sensacional. Tiene su talón de Aquiles en un hijo, Bernard (notable Michael Nicolosi), que tras haberlo dejado su novia se ha trastornado y acosa a niñas en los colegios. “El Hombre del Plan” tiene un plan (valga la redundancia) para que su hijo vuelva con su antiguo amor, para ello ‘recluta’ a “Jimmy el Santo”, un antiguo hombre a su servicio.

Jimmy para esta misión reclutará a viejos conocidos: “Pieces”, tipo patético con una enfermedad degenerativa que le hace tener una mano deformada, trabaja de proyeccionista en un cine porno, se nota que es un tipo con mucho mundo a sus espaldas, e intenta con este trabajo reflotarse un poco. Hombre con un gran concepto de la dignidad y el orgullo, no reúsa los peligros, los afronta de cara, se siente ha vivido tanto como para haber bailado con una prostituta de $ 2,000 por noche en París? Destila una gran humanidad, la mejor actuación que yo le recuerdo a Christopher Lloyd, entrañable; Franchise (de los pocos que no tiene mote) (William Forsythe) vive en un parque de casas rodantes, tipo lacónico, casado y con hijos, es un personaje con mucho menos peso, de hecho lo que más se me ha quedado ha sido las dos penetrantes miradas que se cruza Jimmy con su mujer, primero cuando va a ‘ficharlo’ y luego cuando va a ayudarlo en la huida, dos miradas que te rasgan el corazón sin una palabra; ‘Viento Fácil’ es el otro cuasi-convidado a la fiesta con poca cancha, pero Bill Nunn encarnándolo sabe dar lo mejor en la pelea que tiene con otro del grupo en el bar, sensacional su ira desatada;... (sigo en spoiler)