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Voto de TOM REGAN:
8
6,9
9.278
Aventuras. Drama
Crónica de los diversos avatares que precedieron al rodaje de "La reina de África", de John Huston. El director viajó a África con el pretexto de localizar los exteriores, pero, una vez allí, para desesperación del productor y el resto del equipo, resultó que su único y verdadero objetivo era cazar un elefante. (FILMAFFINITY)
18 de mayo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
133/18(15/05/20) Cautivador retrato de personalidad de uno de los grandes directores del Séptimo Arte, John Huston, auscultado por otro gran director como Clint Eastwood, que tras el biopic de Charlie Parker “Bird” continuaba consolidando su carrera virando de ser un cineasta encarado al entretenimiento puro, a realizador con historias profundas y reflexivas, ello aquí con este drama de aventuras que se adentra en una mentalidad de macho alfa arrogante que cae en la obsesión deidífica, donde el alter ego de Huston, John Wilson decide hacer una película en la África profunda, siendo esto una excusa para dar rienda a su capricho enfermizo de cazar un gran elefante. Historia basada en el libro homónimo de 1953 de Peter Viertel (tiene su alter ego en la película en Peter Verrill encarnado por Clint Eastwood), este coescribió el guión con James Bridges (“El síndrome de China”) y Burt Kennedy (“Ataque al carro blindado”), donde con nombres alterados pero claramente versando sobre las experiencias del escritor Peter Viertel mientras trabajaba en el clásico de 1951 “The African Queen”, que se rodó en África en un momento en que las filmaciones fuera de USA para películas estadounidenses eran raras, suponiendo un proyecto donde el productor expuso mucho riesgo en una gran producción (el productor en el film Paul Landers es un alter ego de Sam Spiegel), ello con dos grandes estrellas de Hollywood como Katherine Hepburn (en el film el alter ego Kay Gibson), y Humphrey Bogart (alter ego en la película es Phil Duncan). Pero la estrella principal es un majestuoso Clint Eastwood en el rol del testosterónico de John Huston, en la cinta con nombre John Wilson, tipo visceral, altivo, nihilista, pendenciero, mujeriego, alcohólico, y siempre con un cigarro en la boca, siendo otro de sus vicios el núcleo central, el de la caza, en este caso el de un paquidermo, elemento que se llega a sentir como un acto de elevarlo a enfrentarlo a Dios con esta afrenta que él mismo tilda de pecado, quizás con esa visión mesiánica que tiene los directores de cine que deben manejarlo todo cual seres omnipotentes.
El film se convierte en un punzante retrato de personalidad, el de un tipo carismático, leal, rebelde, ingenioso, defensor de causas nobles, magnético, pero también endiosado, engreído, altivo, soberbio, narcisista, pendenciero, egocéntrico, tanto que cree que el mundo debe girar a su alrededor. Tipo complejo capaz de embarcar en un proyecto megalómano una producción de cine con la excusa de su obsesión por pecar de modo superlativo en un acto que le haga elevarse de modo místico a Dios de la Maldad, en su acto de acabar con uno de los seres más bellos y nobles de la naturaleza: ES un artista en los altares de su apogeo creativo (ya había realizado “El Halcón maltés”, “Cayo Largo”, “El tesoro de Sierra madre” y “La Jungla de Asfalto”), se creía por encima del Bien y del Mal, ser contradictorio capaz de despreciar con su desidia el rodaje de la película de Hollywood, pero a la vez soliviantarse cuando alguien dice el nombre de la Meca del Cine despectivamente, espetándole una tunda oral arrolladora, donde Eastwoood parece fundirse con Huston y habaln de las ‘putas de Hollywood’ de modo orgulloso. Clint Eastwood se mimetiza con el mítico director una de sus mejores actuaciones, su gestualidad, sonrisa, mirada, vocalización, su porte de seguridad en sí mismo, sientes su nihilismo autodestructivo, Majestuoso; El director enfoca a Wilson/Huston sin hacer juicios de valor, lo matiza, le da aristas, del da virtudes y defectos, lo humaniza, sobre todo con su vigioroso y ddramático final, donde el meta cine se hace celuloide.
La cuasi-némesis de John Wilson es Peter Verrill, su particular Sancho Panza, la voz de la cordura ante la locura de su amigo, del sentido del deber, único capaz de enfrentarlo, de retar su egoísmo excéntrico, su obsesión, tanto que es valiente al cuestionarle por sus ansias enfermizas de cazar el paquidermo, sonsacándole que ni el mismo sabe el motivo, vamos, lo que es por definición una obsesión. Jeff Fahey lo encarna con elegancia, con simpatía, con encanto y sabiendo mantener duelos chispeantes con Eastwood; También cabe destacar a Geoge Dzunza como el productor Paul Landers, visto por Jhon Wilson como un mal necesario. El actor le dota de fuerte personalidad en el modo que tiene que lidiar con el ‘Toro’ caprichoso.
Eastwood puebla la película de secuencias vibrantes de atractivo (alguna ya mencionada). Como el tramo con la mujer en Inglaterra que les cuenta a John y Peter un una idea para un guión con protagonismo para dos perros; o cuando John se enfrenta a una mujer en África antisemita que parece sentirse orgullosa de ello, Wilson para defender a su amigo judío (Peter) allí presente le suelta una historia sucedida en Londres durante un bombardeo, ello mientras la dibuja en una libreta, al terminar la mujer se siente muy ofendida por la magistral narración del director; esto se encadena a la misma noche, cuando John (ya un poco bebido) observa como el gerente del hotel ataca de modo racista vejatorio a unos camareros negros, retando al gerente a una pelea, su amigo Peter intenta impedírselo, pero Wilson le dice “Primero peleamos la ronda preliminar por las judíos, y ahora vamos a pelear el evento principal por los negros”; La secuencia de humor surrealista con subcapas de mensaje cuando un mono destroza el guión de la película, filmando con cámara subjetiva de modo delirante. Pudiendo traducirse con aquello de que un mono es el que maneja el guión del filmando; Y por supuesto su rush final, coronado por ese trémulo último plano con su palabra metacine.
La película también se puede entender una crítica contra el colonialismo europeo en África, en este caso con los británicos como ocupantes de las tierras australes del continente donde se va a rodar la película. Donde los negros son vejados por los europeos, mano de obra cuasi-esclava.
El film se convierte en un punzante retrato de personalidad, el de un tipo carismático, leal, rebelde, ingenioso, defensor de causas nobles, magnético, pero también endiosado, engreído, altivo, soberbio, narcisista, pendenciero, egocéntrico, tanto que cree que el mundo debe girar a su alrededor. Tipo complejo capaz de embarcar en un proyecto megalómano una producción de cine con la excusa de su obsesión por pecar de modo superlativo en un acto que le haga elevarse de modo místico a Dios de la Maldad, en su acto de acabar con uno de los seres más bellos y nobles de la naturaleza: ES un artista en los altares de su apogeo creativo (ya había realizado “El Halcón maltés”, “Cayo Largo”, “El tesoro de Sierra madre” y “La Jungla de Asfalto”), se creía por encima del Bien y del Mal, ser contradictorio capaz de despreciar con su desidia el rodaje de la película de Hollywood, pero a la vez soliviantarse cuando alguien dice el nombre de la Meca del Cine despectivamente, espetándole una tunda oral arrolladora, donde Eastwoood parece fundirse con Huston y habaln de las ‘putas de Hollywood’ de modo orgulloso. Clint Eastwood se mimetiza con el mítico director una de sus mejores actuaciones, su gestualidad, sonrisa, mirada, vocalización, su porte de seguridad en sí mismo, sientes su nihilismo autodestructivo, Majestuoso; El director enfoca a Wilson/Huston sin hacer juicios de valor, lo matiza, le da aristas, del da virtudes y defectos, lo humaniza, sobre todo con su vigioroso y ddramático final, donde el meta cine se hace celuloide.
La cuasi-némesis de John Wilson es Peter Verrill, su particular Sancho Panza, la voz de la cordura ante la locura de su amigo, del sentido del deber, único capaz de enfrentarlo, de retar su egoísmo excéntrico, su obsesión, tanto que es valiente al cuestionarle por sus ansias enfermizas de cazar el paquidermo, sonsacándole que ni el mismo sabe el motivo, vamos, lo que es por definición una obsesión. Jeff Fahey lo encarna con elegancia, con simpatía, con encanto y sabiendo mantener duelos chispeantes con Eastwood; También cabe destacar a Geoge Dzunza como el productor Paul Landers, visto por Jhon Wilson como un mal necesario. El actor le dota de fuerte personalidad en el modo que tiene que lidiar con el ‘Toro’ caprichoso.
Eastwood puebla la película de secuencias vibrantes de atractivo (alguna ya mencionada). Como el tramo con la mujer en Inglaterra que les cuenta a John y Peter un una idea para un guión con protagonismo para dos perros; o cuando John se enfrenta a una mujer en África antisemita que parece sentirse orgullosa de ello, Wilson para defender a su amigo judío (Peter) allí presente le suelta una historia sucedida en Londres durante un bombardeo, ello mientras la dibuja en una libreta, al terminar la mujer se siente muy ofendida por la magistral narración del director; esto se encadena a la misma noche, cuando John (ya un poco bebido) observa como el gerente del hotel ataca de modo racista vejatorio a unos camareros negros, retando al gerente a una pelea, su amigo Peter intenta impedírselo, pero Wilson le dice “Primero peleamos la ronda preliminar por las judíos, y ahora vamos a pelear el evento principal por los negros”; La secuencia de humor surrealista con subcapas de mensaje cuando un mono destroza el guión de la película, filmando con cámara subjetiva de modo delirante. Pudiendo traducirse con aquello de que un mono es el que maneja el guión del filmando; Y por supuesto su rush final, coronado por ese trémulo último plano con su palabra metacine.
La película también se puede entender una crítica contra el colonialismo europeo en África, en este caso con los británicos como ocupantes de las tierras australes del continente donde se va a rodar la película. Donde los negros son vejados por los europeos, mano de obra cuasi-esclava.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La primorosa cinematografía es de Jack N. Green (“Sin perdón” o “Los puentes de Madison”), captando en sus patinados la atmósfera de la sabana africana en sus tonalidades terrosas, con preciosas tomas de los paisajes, así como jugando con algunos recursos dramáticos como los planos subjetivos; Se rodó en Kariba, Zimbabwe y sus alrededores, incluidos el lago Kariba, las cataratas Victoria y Hwange, durante dos meses en el verano de 1989. Algunos interiores se rodaron en alrededores de Pinewood Studios en Inglaterra. El barco utilizado en la película fue construido en Inglaterra con fibra de vidrio y enviado a África para su filmación. Fue alimentado por electricidad, pero equipado con motores y motores por el experto en efectos especiales John Evans para hacer el bote parezca ser de vapor. La pistola de elefante utilizada en la película era un rifle de doble cañón de £ 65,000 del tipo preferido por la mayoría de los cazadores profesionales y sus clientes en esta época. Fue fabricado por Holland & Holland, los fabricantes de armas que también fabricaron el arma utilizada por Huston cuando estaba en África para The African Queen en 1951. Los realizadores de White Hunter Black Heart tuvieron mucho cuidado con el arma y la vendieron a Holland & Holland después de filmar "ileso, sin rayar, sin usar"; La música es obra del saxofonista Lennie Niehaus (músico de cámara de Clint Eastwood durante décadas), imprimiendo en sus melodías vibrantes aires tribales étnicos africanos, con coros rítmicos neurálgicos.
Spoiler:
El rush final resulta vigoroso. Van a comenzar a rodar la película, entonces a John le avisa el rastreador Kivu que han visto a un gran elefante a unos kilómetros de allí, y Wilson decide dejar colgado la filmación para ir de caza, ante el cabreo del productor, este conmina al guionista Peter a vigilarlo, primero rehúsa, pero ante un comentario despectivo su hombría Peter decide sumarse a la expedición cazadora. Cuando John al fin está frente al elefante John se bloquea (quizás se da cuenta de que no es lo mismo apuntar con una cámara que con un rifle), no es capaz de disparar, pero el paquidermo se le lanza, Kivu intenta desviar al animal, pero es corneado letalmente. John Wilson queda en estado de shock, regresando en el jeep al set de rodaje, no dice palabra, su cara es un poema, se da cuenta que su obsesión patológica por elevarse a ‘Dios’ no es algo inofensiva. Se sienta en la silla de director y con faz petrificada grita: Acción! Fundiéndose entonces el cine dentro del cine.
El actor Clive Mantle, que interpreta al racista gerente del hotel Harry, tiene la distinción de ser la única persona que golpeó con éxito a Clint Eastwood en una película (sin contar "Every Which Way But Loose" cuando pierde intencionalmente). Mantle tenía aproximadamente la mitad de la edad de Eastwood y, según los informes, tuvo problemas para mantenerse al día con él durante el rodaje de la escena de la pelea. Aunque Eastwood había sufrido palizas en otras películas, especialmente Dirty Harry, su secuela Sudden Impact y más tarde Unforgiven, por lo general implicaban que era superado en número o superado; Esta fue la primera y única vez que fue derrotado en una pelea justa.
Me queda aun notable film, de los que te hace pensar y a la vez disfrutar de momentos espléndidos. Fuerza y honor!!!
Spoiler:
El rush final resulta vigoroso. Van a comenzar a rodar la película, entonces a John le avisa el rastreador Kivu que han visto a un gran elefante a unos kilómetros de allí, y Wilson decide dejar colgado la filmación para ir de caza, ante el cabreo del productor, este conmina al guionista Peter a vigilarlo, primero rehúsa, pero ante un comentario despectivo su hombría Peter decide sumarse a la expedición cazadora. Cuando John al fin está frente al elefante John se bloquea (quizás se da cuenta de que no es lo mismo apuntar con una cámara que con un rifle), no es capaz de disparar, pero el paquidermo se le lanza, Kivu intenta desviar al animal, pero es corneado letalmente. John Wilson queda en estado de shock, regresando en el jeep al set de rodaje, no dice palabra, su cara es un poema, se da cuenta que su obsesión patológica por elevarse a ‘Dios’ no es algo inofensiva. Se sienta en la silla de director y con faz petrificada grita: Acción! Fundiéndose entonces el cine dentro del cine.
El actor Clive Mantle, que interpreta al racista gerente del hotel Harry, tiene la distinción de ser la única persona que golpeó con éxito a Clint Eastwood en una película (sin contar "Every Which Way But Loose" cuando pierde intencionalmente). Mantle tenía aproximadamente la mitad de la edad de Eastwood y, según los informes, tuvo problemas para mantenerse al día con él durante el rodaje de la escena de la pelea. Aunque Eastwood había sufrido palizas en otras películas, especialmente Dirty Harry, su secuela Sudden Impact y más tarde Unforgiven, por lo general implicaban que era superado en número o superado; Esta fue la primera y única vez que fue derrotado en una pelea justa.
Me queda aun notable film, de los que te hace pensar y a la vez disfrutar de momentos espléndidos. Fuerza y honor!!!