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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama En el apogeo de su carrera, el campeón de boxeo Muhammad Ali es movilizado para combatir en Vietnam. Su negativa a luchar en el ejército norteamericano debido a sus convicciones religiosas desencadena una batalla legal de la que se hace cargo el Tribunal Supremo. El punto de vista del prestigioso juez Harlan con respecto al caso choca con el criterio del joven Connolly, recién llegado al tribunal. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
137/20(25/07/16) Interesante sin más, este entretenido telefilm de la HBO dirigido por el inglés Stephen Frears, sin muchas pretensiones contextualiza y expone unos hechos históricos que entremezclan el racismo, los prejuicios religiosos, el antibelicismo contra la Guerra del Vietnam, ello enfrentado a la maquinaria de la justicia del Tribunal Supremo USA, siendo el epicentro el afamado púgil Mohammad Ali, este realmente es el McGuffin sobre el que pivotar un relato complejo sobre (entre otros temas) el sentido del deber, si este debe ser a tus creencias religiosas o a tu país. El guión de Shawn slovo (“Atrapa el fuego”) se basa en el libro de Howard Bingham y Max Wallace, que introspecciona los debates internos acaecidos en la Corte Suprema estadounidense con motivo de la apelación de Ali contra su condena a prisión por negarse a alistarse en el ejército, ello enmarcado en un ambiente de tensiones enfrentadas, con manifestaciones en contra y a favor de la Guerra, convirtiéndose en símbolo de su rechazo el mítico boxeador. Una película que no deja huella, pero sirve como contraventana del fenomenal documental “Los juicios de Muhammad Ali” (2013), es la trastienda dramatizada de esta cinta, donde incluso se ven imágenes de archivo del verdadero Ali en declaraciones que también aparecen en ambos trabajos, los dos del mismo año. Tiene el acierto Stephen Frears de no suplantar con un actor la figura de Ali, lo venos en imágenes de noticiarios y de entrevistas, con un fulgor y energía que difícilmente un actor podría haber emitido, a la vez se convierte en un contrapeso duro, pues estas secuencias tienen mucha más electricidad y fuego de intensidad que todo el resto del film, y es que al final todo se siente liviano, caricias sin llegar a pellizcar, donde lo que más sobresale el tremendo duelo entre dos veranos colosos de la interpretación, Christopher Plummer y Frank Langella.

Muhammad Ali (antes Cassius Clay), en la cima del éxito pugilístico, campeón del mundo de los pesos pesados, al rechazar alistarse en ejército, alegando no podía participar en la guerra por razones religiosas (Ali fue de los musulmanes más prominentes del país en ese momento), declarado culpable de evasión del reclutamiento, fue desposeído de sus títulos, se le prohibió boxear y recibió una sentencia de cinco años de prisión, Ali estuvo fuera de la cárcel mientras el caso estaba siendo apelado. Ali se mantuvo en ojo público durante este período, apareciendo en programas de entrevistas para defender su caso, con el paso de los años los ciudadanos USA eran más favorables a la causa de Ali, por sobre todo como creció el rechazo a la Guerra y Ali era uno de los iconos contra ella, en 1971 el caso llegó a la Corte Suprema. Ocho jueces (el noveno, el juez Thurgood Marshall, renunció por incompatibilidad, era negro como Alí), debatieron sobre la sentencia en principio desfavorable. Es aquí donde el film hinca el diente fabulando como un abogado becario en el tribunal Supremo pudo influir con su idealismo en uno de los jueces.

El relato se desarrolla con fluidez peros sin demasiada intensidad, una batalla de argumentos legales se produce de modo inteligente pero sin punzarte, no hay riesgo en el tratamiento del tema, se atiene el realizador de forma resuelta a mostrarnos una historia sobre la fuerza de la justicia, una loa al idealismo, a la comprensión, al sentido del deber, a la sabiduría de la vejez,

Es una cinta bienintencionada en que la brújula moral es un personaje de ficción mezcla de varios, me refiero Kevin Connolly, un recienllegado ayudante del juez de la Corte Suprema, Harlan, un idealista que intenta reflejar los efluvios del James Stewart de “Caballero sin espada” de Frank Capra, de un hombre sencillo intentando hacer cambiar la pesada maquinaria del poder establecido. Una evolución monocorde, sin sobresaltos, sin giros sorpresa, un buenista lienzo del backgrtound del Tribunal más importante en USA, el modus operandi de los jueces, el de los becarios, con dosis de humor, de retrato de íntimo de algunos personajes y como puede afectar esta a sus decisiones, con reflexiones un tanto superficiales sobre la guerra y sobre la religión, pero a la conclusión queda un inofensivo producto que se ve con tanta facilidad como se olvida. Una ambientación un tanto frugal, donde se entrevé la latente tensión en las calles la época de la Guerra del Vietnam.

Una de las taras es que el Tribunal Supremo queda difuso entre los dos Colosos Plummer y Langella, meras figuras sin peso dramático alguno, de los nueve que hubo, se podría haber elegido la vertiente “Doce hombres sin piedad”, exhibiendo a los jueces y sus personalidades en los debates por el veredicto, pero estas se sienten apresuradas, no bien desarrolladas, como hechas con prisas. Tampoco los becarios abogados se sienten bien reflejados. Tampoco la realización de Frears se siente con valentía alguna, una labor rutinaria, ni frío ni calor, cumplidora, sin transmitirnos intensidad dramática, quedando una realización mansa, intenta forzarnos de modo maniqueo a sentirnos conmovidos con la inclusión de la mujer senil del juez Harlan, pero se siente impostado este recurso, fuera de lugar.

La puesta en escena resulta bastante funcional, minimalista, con un correcto diseño de producción de Dan Davis (“Beautiful girls”), recreando notablemente los interiores de la Corte Suprema, estos lares bajo la fotografía de Jim Denault (“Boys don´t cry”), sobresaliendo la luminosidad, y los primeros planos que exprimen lo mejor de las actuaciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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