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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Thriller La bella Kum-ja ha pasado trece años en prisión por el secuestro y asesinato de un niño de 6 años. El crimen había conmocionado a la opinión pública tanto por su brutalidad como porque la asesina tenía tan solo 20 años cuando realizó un hecho tan horrible. Una vez cumplida la pena y en libertad, Kum-ja sólo desea vengarse... pero ¿De quién? Última parte de la trilogía de la venganza de Chan-wook Park, tras "Sympathy For Mr. Vengeance" y "Oldboy". (FILMAFFINITY) [+]
9 de julio de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
201/05/04/07/20) Irregular film dirigido por Park Chan-wook, tercera entrega de Park's Vengeance Trilogy, después de “Sympathy for Mr. Vengeance” (2002) y “Oldboy” (2003), guión de Park y Jeong Seo-kyeong protagonizado por Lee Young-ae como Lee Geum-ja, mujer liberada de prisión después de cumplir 13 años de condena por un asesinato que no cometió, la película cuenta su historia de venganza contra el verdadero asesino. El realizador surcoreano despliega sus gustos en lo referente a la violencia, en las venganzas, en el nihilismo, y ello regado con humor negro, y todo ello con sentido estético-lírico-melancólico, de claras reminiscencias al género pulp. Tiene un desequilibrio evidente en una pretenciosidad narrativa y visual que termina por derivar en primar el continente sobre el contenido. Ello en un inicio que me resulta confuso, atropellado con tanto flash-back, donde las sub tramas se agolpan sin dejarte respiro a digerirlas, resultándome liosas e innecesariamente muchas de las ramificaciones (todas las sub historias de la prisión) en que se abre sin destino alguno al final. Con situaciones tan chuscas como la visita de la protagonista a su hija en Australia, resulta de un modo que atenta al mínimo raciocinio. Al final todo lo visto parece una excusa para el rush final donde se pretende reflexionar sobre la Venganza vs Justicia, ello en un tramo que ansía mucho más de lo que consigue, con unos argumentos más simplistas que el mecanismo de un martillo, este clímax anhela removerme emocionalmente y lo que consigue es sentirme ante un teatrillo nada creíble. Ello en una historia que me ha costado seguir por sus arritmias y por su desarrollo, que atenta a mantener la realidad, acercándose en su evolución a una narración en su sencillez llega al infantilismo, todo son bosquejos de ideas regularmente indagadas.

El director juega con la percepción del espectador al principio, con una ‘criminal’ auto-incriminada, que sale de prisión por algo tan despreciable como el asesinato de un niño de seis años, pero a medida que avanza el metraje vemos que la verdad está escondida tras secuestros y chantajes. Donde se nos muestra la inteligencia sibilina de Lady Venganza en prisión, su modo de moverse amoldándose a cada recluso para sacar algo de ellos (dona un riñón, a otra la cuida en su enfermedad envenenándola,...), como a su salida se nos muestra con una cuasi-Santa arrepentida (se corta un dedo en ritual de petición de perdón). Una sucesión de momentos extraños, salvajes, violentos, que se rompen un poco con la esperpéntica visita de ella a Australia. Anhelando del espectador una sonrisa cómplice turbadora lo que saca de mí es una mueca torcida: todo para desembocar en un tramo final que pide del espectador reflexión sobre cómo sus entrañas pedirían venganza, pero esto expuesto con una asamblea guiñolesca que hace me desconecte de la idea.

Me queda una película sobrevalorada, en la que no he entrado, me ha quedado como algo impostado y artificioso. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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