Media votos
6,5
Votos
5.729
Críticas
5.229
Listas
10
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de TOM REGAN:
6
6,5
6.994
Ciencia ficción. Drama
Tiene lugar en un 1969 alternativo, donde dos hombres, en una peligrosa misión de alta tecnología, lidian con las consecuencias de una tragedia inimaginable.
Episodio de la Temporada 6 de Black Mirror, estreno en junio de 2023 (Netflix)
Episodio de la Temporada 6 de Black Mirror, estreno en junio de 2023 (Netflix)
21 de junio de 2023
66 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
176/28(20/06/23) Sugerente, aunque con muchas lagunas tercer episodio de la sexta temporada de la serie tv de culto creada por Charlie Brooker (guioniza todos los capítulos), antología de episodios autoconclusivos, con historias y personajes diferentes, versando sobre los peligros que acarrean las nuevas tecnologías. Dirige John Crowley (“Brooklyn” o “True Detective”), con ritmo sereno, incluso demasiado, para la entrega de más duración de la temporada, 80 minutos, excesiva, dándome sensación el creador ha querido potenciar la profundidad con más minutaje, y lo que ha conseguido es sensación de estiramiento artificioso, reflejado en situaciones se reiteran y alargan sin sentido orgánico. Brooker vuelve a uno de sus mantras (se le han agotado ideas originales?), como es los robots con personalidad.
Tiene sus pilares de atractivo en el planteamiento de historia de inicio, desconcierta al espectador, relato intrigante, bien llevado, pero a cada giro puedes sentir los engranajes de lo impostado crujir, un triángulo romántico telegrafiado, sabes por qué derroteros girará, se hace entretenidilla, aunque por momentos lánguida, te atrapa en querer saber que pasará en el twist de costumbre de la serie.
Estudio del dolor al límite, sobre la soledad, el compañerismo, la traición soterrada, el machismo más abyecto, en realidad es más un thriller funcional, que esos argumentos de la serie que te hacen sentirte cerca de esa tecnología abordan como potencialmente alienante, abordar que tu mente puede ser trasladada a robots no es algo me cree cercanía alguna, espero de Brooker me involucre en este micro mundo tecnológico y aquí no lo hace. Capítulo con claras influencias en “Blade Runner”, “2001” y en el caso famoso de los asesinatos de Charles Manson (curiosamente él nunca estuvo presente, Charles Manson transmutado en Kappa, al que da vida un buen y amenazante Rory Culkin) a Sharon tate (embarazada) y compañía en 1969. Posee un final retorcido, agrio, pesimista, y esto es de agradecer, nada acomodaticio y sí me sorprende, pensaba iría por otro lado, aunque los agujeros son más grandes que los del Titanic.
Tiene un trio protagonista muy bueno, como la promesa de estrella hollywoodiense que se ha quedado por el camino, Josh Harnett (ha trabajado con directores como Michael Bay, Brian de Palma o Ridley Scott), da vida a un personaje cargado de ambigüedad, tierno en el inicio con su familia, demostrando sutilmente su romanticismo, sibilino en su comportamiento, con atractivo melancólico, y con transformación bien llevada en su expresividad mesurada; una estupenda Kate Mara (otra que ha trabajado con grandes realizadores como Danny Boyle, Ang Lee o Ridley Scott), da vida a una mujer nostálgica de lo que puede rozar pero no tener, enternecedora, consigue empaticemos con su comprensión, y posteriormente con su razonable rabia; y sobre todo con un gran Aaron Paul (eterno Jesse Pinkman de “Breaking Bad”), papel que tiene tres caracterizaciones, la del astronauta en relación con su ‘compañero’ de misión, de principio con profesionalidad, luego empatía con el dolor de su colega, luego con dudas, y finalmente la ira. También con el rol de esposo disfuncional, distante, solo parece querer oler el ambiente, no termina comprometiéndose. Finalmente sirviendo de funda para su compañero, sabiendo captar con matices la personalidad de este, sensacional.
Tiene inicio intrigante muy bucólico. En una casa de California, David (Josh Hartnett) tiene una esposa radiante y dos adorables hijitos a los que pinta el padre sentados en el sofá. En otro entorno más rural, Cliff (Aaron Paul) supervisa una humilde granja con su esposa (Kate Mara) y su hijo pequeño. David va con esposa al cine y allí la gente hace comentarios sobre él, y notamos algo no es normal . Cliff es tipo hogareño, pero frio en la relación con su esposa, lo contrario que David, lo vemos bailar dulcemente con su esposa, a la que finalmente acaricia muy sensualmente. Cuando nos enteramos que estos hombres están en viaje interestelar en misión de seis años, y lo que vemos en la Tierra son sus réplicas a las que viajan sus mentes cada cierto tiempo para combatir la soledad y poder estar con sus familias, combatiendo la alienación espacial.
La historia parece se establece en USA en 1969, y me resulta algo gratuito, en ese año el hombre viajó a la luna, no tenía tecnología para viajes más allá de este asteroide, no la tiene siquiera hoy día, entonces porque establecer este año. Tendría más sentido fuera en un futuro, aunque fuera cercano, pues se entendería lo de las réplicas, esto me hace torcer el gesto. A lo mejor se hizo para que la masacre ‘mansonniana’ fuera más creíble, pero esto podría haberse entendido también en el futuro, no entiendo este desvío de lo importante sin sentido.
Al relato le cuesta arrancar, se nota que le sobra minutaje, con menos tiempo habría subido en solidez narrativa. La historia al final, un a vez despojado del existencialismo referente a las réplicas, se queda en un triángulo amoroso, con celos y venganzas, pues en realidad lo de los robots es un McGuffin, pues podría haber sido otra réplica con otro rostro, podría haber tenido sentido si al hijito de Cliff se le hubiera dado alguna interacción con su supuesto padre, pero esto que se apunta termina abandonándose.
Parece que las réplicas no pueden tener relaciones sexuales, no vemos tengan ninguno de los dos. Pero no sabemos si es por ética moral o porque estos robots no están preparados de algún modo para ello, esto es una nebulosa en la que no se entra. Esto no se aborda, se deja caer, pero no se entra en como las pulsiones sexuales pueden ser caldo de cultivo de testosterona latente a punto de estallar, tendría su sustancia, pero no!… El episodio se atiene a analizar el amor puro de sentimientos, sin implicaciones sexuales, y esto me resulta bastante cojo, pues me viene a decir que estos astronautas van a estar seis años sin sexo alguno!... (sigo en spoiler)
Tiene sus pilares de atractivo en el planteamiento de historia de inicio, desconcierta al espectador, relato intrigante, bien llevado, pero a cada giro puedes sentir los engranajes de lo impostado crujir, un triángulo romántico telegrafiado, sabes por qué derroteros girará, se hace entretenidilla, aunque por momentos lánguida, te atrapa en querer saber que pasará en el twist de costumbre de la serie.
Estudio del dolor al límite, sobre la soledad, el compañerismo, la traición soterrada, el machismo más abyecto, en realidad es más un thriller funcional, que esos argumentos de la serie que te hacen sentirte cerca de esa tecnología abordan como potencialmente alienante, abordar que tu mente puede ser trasladada a robots no es algo me cree cercanía alguna, espero de Brooker me involucre en este micro mundo tecnológico y aquí no lo hace. Capítulo con claras influencias en “Blade Runner”, “2001” y en el caso famoso de los asesinatos de Charles Manson (curiosamente él nunca estuvo presente, Charles Manson transmutado en Kappa, al que da vida un buen y amenazante Rory Culkin) a Sharon tate (embarazada) y compañía en 1969. Posee un final retorcido, agrio, pesimista, y esto es de agradecer, nada acomodaticio y sí me sorprende, pensaba iría por otro lado, aunque los agujeros son más grandes que los del Titanic.
Tiene un trio protagonista muy bueno, como la promesa de estrella hollywoodiense que se ha quedado por el camino, Josh Harnett (ha trabajado con directores como Michael Bay, Brian de Palma o Ridley Scott), da vida a un personaje cargado de ambigüedad, tierno en el inicio con su familia, demostrando sutilmente su romanticismo, sibilino en su comportamiento, con atractivo melancólico, y con transformación bien llevada en su expresividad mesurada; una estupenda Kate Mara (otra que ha trabajado con grandes realizadores como Danny Boyle, Ang Lee o Ridley Scott), da vida a una mujer nostálgica de lo que puede rozar pero no tener, enternecedora, consigue empaticemos con su comprensión, y posteriormente con su razonable rabia; y sobre todo con un gran Aaron Paul (eterno Jesse Pinkman de “Breaking Bad”), papel que tiene tres caracterizaciones, la del astronauta en relación con su ‘compañero’ de misión, de principio con profesionalidad, luego empatía con el dolor de su colega, luego con dudas, y finalmente la ira. También con el rol de esposo disfuncional, distante, solo parece querer oler el ambiente, no termina comprometiéndose. Finalmente sirviendo de funda para su compañero, sabiendo captar con matices la personalidad de este, sensacional.
Tiene inicio intrigante muy bucólico. En una casa de California, David (Josh Hartnett) tiene una esposa radiante y dos adorables hijitos a los que pinta el padre sentados en el sofá. En otro entorno más rural, Cliff (Aaron Paul) supervisa una humilde granja con su esposa (Kate Mara) y su hijo pequeño. David va con esposa al cine y allí la gente hace comentarios sobre él, y notamos algo no es normal . Cliff es tipo hogareño, pero frio en la relación con su esposa, lo contrario que David, lo vemos bailar dulcemente con su esposa, a la que finalmente acaricia muy sensualmente. Cuando nos enteramos que estos hombres están en viaje interestelar en misión de seis años, y lo que vemos en la Tierra son sus réplicas a las que viajan sus mentes cada cierto tiempo para combatir la soledad y poder estar con sus familias, combatiendo la alienación espacial.
La historia parece se establece en USA en 1969, y me resulta algo gratuito, en ese año el hombre viajó a la luna, no tenía tecnología para viajes más allá de este asteroide, no la tiene siquiera hoy día, entonces porque establecer este año. Tendría más sentido fuera en un futuro, aunque fuera cercano, pues se entendería lo de las réplicas, esto me hace torcer el gesto. A lo mejor se hizo para que la masacre ‘mansonniana’ fuera más creíble, pero esto podría haberse entendido también en el futuro, no entiendo este desvío de lo importante sin sentido.
Al relato le cuesta arrancar, se nota que le sobra minutaje, con menos tiempo habría subido en solidez narrativa. La historia al final, un a vez despojado del existencialismo referente a las réplicas, se queda en un triángulo amoroso, con celos y venganzas, pues en realidad lo de los robots es un McGuffin, pues podría haber sido otra réplica con otro rostro, podría haber tenido sentido si al hijito de Cliff se le hubiera dado alguna interacción con su supuesto padre, pero esto que se apunta termina abandonándose.
Parece que las réplicas no pueden tener relaciones sexuales, no vemos tengan ninguno de los dos. Pero no sabemos si es por ética moral o porque estos robots no están preparados de algún modo para ello, esto es una nebulosa en la que no se entra. Esto no se aborda, se deja caer, pero no se entra en como las pulsiones sexuales pueden ser caldo de cultivo de testosterona latente a punto de estallar, tendría su sustancia, pero no!… El episodio se atiene a analizar el amor puro de sentimientos, sin implicaciones sexuales, y esto me resulta bastante cojo, pues me viene a decir que estos astronautas van a estar seis años sin sexo alguno!... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
... Sin siquiera onanismo! El capítulo no va por este camino, se atiene a ser un simple cuento sobre celos y envidias. Lo deriva en un duelo entre los dos astronautas, enfrentamiento psicológico inquietante. En realidad poco creíble, si Cliff no es tonto, y no lo parece, tras pelearse con David sabe no puede siquiera dormir tranquilo, sabe, por que lo ha comentado a su esposa, este está algo trastornado, y puede hacer cualquier locura, pero sin embargo no vemos tome medida alguna, esto me chirría. Pero es que lo que es más, no me creo que no tengan supervisión alguna desde la tierra, nunca vemos comunicación con la NASA. Si tiene unas réplicas en Tierra, estas deberían estar supervisadas por personal especializado, deberían estar protegidos, monitorizados, y no simplemente que cuando les suena el reloj se vallan a una silla de dentista cierren los ojos y ya está, nadie les supervisada mínimamente, no les hace exámenes psicológicos sobre como se toman la situación, me es inverosímil. Como les dejan sin control alguno interrelacionarse con población civil. Como no están protegidos por las autoridades de locos que se quieran hacer famosos a su costa. Y sobre todo tras la masacre, como no ponen vigilancia alguna a la familia de Cliff, no tiene el menor sentido. Pero es que hilando fino, la trama tiene una agujero más grande que el Cañón del Colorado, y es que porque la misión no se hace a la inversa? Porque no mandaron a las réplicas a la misión espacial y dejaron en tierra a los astronautas, esta tecnología va en ambos sentidos, esto solo tiene sentido porque si fuera así no habría historia.
Desde el momento en que Lana, esposa de Cliff, sugiere que tome David la carcasa de su marido sabremos por donde van a ir los tiros, y lo extraño es que Cliff no lo sepa. Al menos el guion sabe darle un driblin a mis expectativas. Y llegamos al clímax, claramente inspirado en “2001” con HAL transmutado en un humano, para acabar de modo abrupto e impactante, aunque poco creíble, pues es de idiotas no verlo venir por parte de David.
Spoiler:
Uno espera que David intente seducir a Lana, incluso espera que Lana se sienta atraída por el romanticismo de este, su gusto por los libros, con el mantra de playboy de poner el bello tema musical de 'La Mer' de Charles Trenet para engatusar a mujeres bailando melosamente con ellas. Lo inesperado es que Lana es fiel, y muy fiel a su esposo Cliff y rechaza los acercamientos de este, termina detestándolos. Tras la pelea Cliff vs David no entiendo como este último no podía pensar que podría matarlo cuando dormía, o haberlo dejado fuera en el espacio para él ser el que se quedara con su esposa. Tenemos la ‘emergencia’ en que David le hace creer a Cliff que debe salir al exterior de la nave a reparar un problema, me resulta de una inocencia colosal que Cliff no huela lo que le puede pasar. El giro es que cuando todos pensamos que David dejara afuera a Cliff, y morirá por falta de oxígeno, en realidad, lo que ha hecho es ‘viajar’ a su réplica, y como bien se entera Cliff cuando rápidamente se huele algo malo, se traslada a su hogar y allí se ve las manos ensangrentadas y el rostro, por la casa ve las paredes manchadas de rojo, y una vez en el comedor sabemos por su reacción e horror que ha matado a su esposa e hijo. Vuelve furibundo a la nave y allí le espera rígido David sentado, los dos se miran y David le lanza una silla, Fin. Dejando ese mensaje tan machista en el peor de los sentidos, el de creerse dueño de una mujer, y se llega a aquello de que o es mía o será de nadie; Y con ese final que espera David? Que Cliff continue como la misión como si nada, lo normal es que uno d ellos dos se mate al otro. He de decir que la transformación de David en un psicópata sanguinario me ha sido muy brusca, solo admisible porque es por imperativo del guion. Ah, y desde la Tierra no tiene nada que decir desde la NASA o las autoridades?
Me queda un capítulo que aspira más de lo que termina dando. Gloria Ucrania!!!
Desde el momento en que Lana, esposa de Cliff, sugiere que tome David la carcasa de su marido sabremos por donde van a ir los tiros, y lo extraño es que Cliff no lo sepa. Al menos el guion sabe darle un driblin a mis expectativas. Y llegamos al clímax, claramente inspirado en “2001” con HAL transmutado en un humano, para acabar de modo abrupto e impactante, aunque poco creíble, pues es de idiotas no verlo venir por parte de David.
Spoiler:
Uno espera que David intente seducir a Lana, incluso espera que Lana se sienta atraída por el romanticismo de este, su gusto por los libros, con el mantra de playboy de poner el bello tema musical de 'La Mer' de Charles Trenet para engatusar a mujeres bailando melosamente con ellas. Lo inesperado es que Lana es fiel, y muy fiel a su esposo Cliff y rechaza los acercamientos de este, termina detestándolos. Tras la pelea Cliff vs David no entiendo como este último no podía pensar que podría matarlo cuando dormía, o haberlo dejado fuera en el espacio para él ser el que se quedara con su esposa. Tenemos la ‘emergencia’ en que David le hace creer a Cliff que debe salir al exterior de la nave a reparar un problema, me resulta de una inocencia colosal que Cliff no huela lo que le puede pasar. El giro es que cuando todos pensamos que David dejara afuera a Cliff, y morirá por falta de oxígeno, en realidad, lo que ha hecho es ‘viajar’ a su réplica, y como bien se entera Cliff cuando rápidamente se huele algo malo, se traslada a su hogar y allí se ve las manos ensangrentadas y el rostro, por la casa ve las paredes manchadas de rojo, y una vez en el comedor sabemos por su reacción e horror que ha matado a su esposa e hijo. Vuelve furibundo a la nave y allí le espera rígido David sentado, los dos se miran y David le lanza una silla, Fin. Dejando ese mensaje tan machista en el peor de los sentidos, el de creerse dueño de una mujer, y se llega a aquello de que o es mía o será de nadie; Y con ese final que espera David? Que Cliff continue como la misión como si nada, lo normal es que uno d ellos dos se mate al otro. He de decir que la transformación de David en un psicópata sanguinario me ha sido muy brusca, solo admisible porque es por imperativo del guion. Ah, y desde la Tierra no tiene nada que decir desde la NASA o las autoridades?
Me queda un capítulo que aspira más de lo que termina dando. Gloria Ucrania!!!