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Voto de TOM REGAN:
10
7,2
43.553
Drama
Thelma Dickinson, un ama de casa de vida vacía y anodina, está casada con un cretino detestable que la trata como a una niña. Por su parte, Louise Sawyer trabaja como camarera en una cafetería y sueña con que su novio Jimmy, que es músico, se case con ella. Un fin de semana deciden hacer un viaje juntas en el coche de Louise para alejarse de la mortal rutina de sus vidas y de todas sus frustraciones. Sin embargo, su escapada, que ... [+]
10 de octubre de 2016
12 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
176/15(21/09/16) Obra Maestra del Séptimo Arte, Icono pop cultural feminista desde su estreno, magnifica realización del inglés Ridley Scott, oda a la libertad de espíritu, a la amistad, a disfrutar de la vida. El magno guión road-movie es la ópera prima de Callie Khouri (nunca más hizo algo de mínimo relieve), protagonizado de modo exuberante por unas radiantes Geena Davis como Thelma y Susan Sarandon como Louise, pocas veces se ha visto en pantalla una química tan fascinante entre dos intérpretes, dos amigas de Arkansas que se embarcan en un viaje por carretera de fin de semana y que se convierte en una odisea de imprevisibles consecuencias, cambiando sus vidas para siempre, también a parece como secundario un desconocido por entonces Brad Pitt en un rol que haría que su carrera despuntara hasta convertirse en una estrella. Fue un éxito comercial (más en Europa que en USA) y de crítica, recibiendo seis nominaciones a los Oscar (director, las dos protagonistas...), consiguiendo soplo uno, el de guión original, este fue el año que arrasó “El silencio de los corderos”. Es una cinta que en su estreno creó cierta polémica por su radical mensaje feminista y en contra de los hombres, el tiempo la ha elevado a clásico atemporal y universal cinta que ha influenciado a posteriores y a su vez se ha retroalimentado de otros road-movies que tienen como escenario el medio oeste estadounidense, ejemplos "Easy Rider", "Bonnie y Clyde", "Badlands", "Midnight Run" o "Rain Man".
Cinta entretenida que posee un ritmo fulgurante, nos hace estar subidos en el T-Bird junto a las dos almas rebeldes, te engancha en sus primeros minutos con una presentación de protagonistas prodigiosa, montaje paralelo en que las vemos en sus quehaceres diarios, con una síntesis fenomenal ya conocemos en escasas pinceladas a la pareja de amigas de Arkansas, donde con nitidez, humor, y cotidianidad quedan claras las “penurias” del binomio, y sus ganas de liberarse de las ataduras. Desarrollada la historia con dinamismo, fluidez, mordacidad, con una construcción de personajes fenomenal, matizados, con grietas, con arcos de desarrollo graduales y que discurren e modo natural a través de los percances que van sufriendo la pareja, definiéndose con diálogos que navegan entre lo profundo y lo divertido, con situaciones brillantes en intensidad y calado emocional, ello apoyado en una ambientación memorable, extrayendo toda la magnificencia de los espectaculares escenarios naturales, a lo que se suma una banda sonora vibrante que se amolda de modo espléndido a la trama. El relato trata temas como el machismo imperante en nuestra sociedad, la violencia de género, la lucha de la mujer para imponerse en un mundo masculino, se critica el lado oscuro del Sueño Americano, se arremete contra nuestra decadente sociedad consumista, y por supuesto la amistad y ansias de libertad. Todo podría haberse contado de un modo seco, enfocándolo al drama más adusto, pero el realizador sabe aderezar el argumento con dosis refrescantes de humor de todo tipo, desde el físico, el verbal, el slapstick, el ácido negro, sobre todo apoyándose en el cambio de roles que la sociedad asignan a los géneros, de poner como al sexo fuerte a las mujeres, y al débil a los hombres, ello sirve para hacer más digerible la trama y asimismo humaniza más a los personajes.
Esta road-movie se convierten una especie de odisea iniciática con tintes existencialistas, marcados estos por el duro entorno, donde a lo largo de la interminable carretera las protagonistas irán redescubriéndose, haciendo aflorar partes de sí mismas que creían inexistentes, erigiéndose su épica huida no solo en algo físico de la policía que les persigue, si existencial por lo de intentar alejarse de sus ordinarias vidas, emitiendo la sensación de que con su travesía homérica comienzan a vivir de verdad, que estaban invernando en una crisálida y ahora son un par de mariposas que empiezan a respirar, sus ojos se han abierto por completo a un mundo nuevo y disfrutan de la alergia vital, sueñan con un futuro idílico, bucólico, feliz (en México bebiendo margaritas), la carretera como alegría de la transformación, como aquello de que lo importante no es el destino, si no el disfrutar del camino. Es un bromance contado con un tremendo lirismo visual, el T-Bird surcando las infinitas carreteras del medio oeste, rodeadas de majestuosas montañas, de poéticos desiertos, con hermosas puestas de sol, adornado con música vibrante, una aventura única donde irán sorteando todo tipo de vicisitudes, violadores, asesinatos, guapos ladrones de carretera, lujuriosos encuentros sexuales, atracos a tiendas, mujeres mayores en las que la pareja protagonista refleja su posible futuro del que intentan escapar, ancianos arrugados con bonitos sombreros, un zafio camionero machista, retratando una América profunda anclada en los instintos básicos, en lo retrógrado, en lo reaccionario, y el Gran Cañón como metáfora del abismo de no marcha atrás.
Las dos protagonistas componen una de las grandes parejas Icono en la Historia del Cine, crean dos heroínas de una fortaleza y empatía cumbre, diferentes entre sí y complementarias, y las dos evolucionando mediante lo que les va aconteciendo. Susan Sarandon como Louise es la voz de la experiencia, cínica, adusta, harta de un novio que no se compromete, parece segura de sí misma, y ello arrastrando un pasado sombrío en Texas del que nunca sabremos, la actriz desborda naturalidad, visceralidad, mundo interior, sabiendo mostrar su despertare a una vida nueva de modo espléndido. Geena Davis es Thelma, una ordinaria ama de casa asfixiada por una marido que la trata como un trapo, en el viaje se irá mostrando, espontánea, divertida, lujuriosa, vivaracha, enérgica, explosiva, maravillosa actuación que enciende la pantalla, las dos construyen una compenetración extraordinaria, carismáticas, majestuosas, luminosas.
Cinta entretenida que posee un ritmo fulgurante, nos hace estar subidos en el T-Bird junto a las dos almas rebeldes, te engancha en sus primeros minutos con una presentación de protagonistas prodigiosa, montaje paralelo en que las vemos en sus quehaceres diarios, con una síntesis fenomenal ya conocemos en escasas pinceladas a la pareja de amigas de Arkansas, donde con nitidez, humor, y cotidianidad quedan claras las “penurias” del binomio, y sus ganas de liberarse de las ataduras. Desarrollada la historia con dinamismo, fluidez, mordacidad, con una construcción de personajes fenomenal, matizados, con grietas, con arcos de desarrollo graduales y que discurren e modo natural a través de los percances que van sufriendo la pareja, definiéndose con diálogos que navegan entre lo profundo y lo divertido, con situaciones brillantes en intensidad y calado emocional, ello apoyado en una ambientación memorable, extrayendo toda la magnificencia de los espectaculares escenarios naturales, a lo que se suma una banda sonora vibrante que se amolda de modo espléndido a la trama. El relato trata temas como el machismo imperante en nuestra sociedad, la violencia de género, la lucha de la mujer para imponerse en un mundo masculino, se critica el lado oscuro del Sueño Americano, se arremete contra nuestra decadente sociedad consumista, y por supuesto la amistad y ansias de libertad. Todo podría haberse contado de un modo seco, enfocándolo al drama más adusto, pero el realizador sabe aderezar el argumento con dosis refrescantes de humor de todo tipo, desde el físico, el verbal, el slapstick, el ácido negro, sobre todo apoyándose en el cambio de roles que la sociedad asignan a los géneros, de poner como al sexo fuerte a las mujeres, y al débil a los hombres, ello sirve para hacer más digerible la trama y asimismo humaniza más a los personajes.
Esta road-movie se convierten una especie de odisea iniciática con tintes existencialistas, marcados estos por el duro entorno, donde a lo largo de la interminable carretera las protagonistas irán redescubriéndose, haciendo aflorar partes de sí mismas que creían inexistentes, erigiéndose su épica huida no solo en algo físico de la policía que les persigue, si existencial por lo de intentar alejarse de sus ordinarias vidas, emitiendo la sensación de que con su travesía homérica comienzan a vivir de verdad, que estaban invernando en una crisálida y ahora son un par de mariposas que empiezan a respirar, sus ojos se han abierto por completo a un mundo nuevo y disfrutan de la alergia vital, sueñan con un futuro idílico, bucólico, feliz (en México bebiendo margaritas), la carretera como alegría de la transformación, como aquello de que lo importante no es el destino, si no el disfrutar del camino. Es un bromance contado con un tremendo lirismo visual, el T-Bird surcando las infinitas carreteras del medio oeste, rodeadas de majestuosas montañas, de poéticos desiertos, con hermosas puestas de sol, adornado con música vibrante, una aventura única donde irán sorteando todo tipo de vicisitudes, violadores, asesinatos, guapos ladrones de carretera, lujuriosos encuentros sexuales, atracos a tiendas, mujeres mayores en las que la pareja protagonista refleja su posible futuro del que intentan escapar, ancianos arrugados con bonitos sombreros, un zafio camionero machista, retratando una América profunda anclada en los instintos básicos, en lo retrógrado, en lo reaccionario, y el Gran Cañón como metáfora del abismo de no marcha atrás.
Las dos protagonistas componen una de las grandes parejas Icono en la Historia del Cine, crean dos heroínas de una fortaleza y empatía cumbre, diferentes entre sí y complementarias, y las dos evolucionando mediante lo que les va aconteciendo. Susan Sarandon como Louise es la voz de la experiencia, cínica, adusta, harta de un novio que no se compromete, parece segura de sí misma, y ello arrastrando un pasado sombrío en Texas del que nunca sabremos, la actriz desborda naturalidad, visceralidad, mundo interior, sabiendo mostrar su despertare a una vida nueva de modo espléndido. Geena Davis es Thelma, una ordinaria ama de casa asfixiada por una marido que la trata como un trapo, en el viaje se irá mostrando, espontánea, divertida, lujuriosa, vivaracha, enérgica, explosiva, maravillosa actuación que enciende la pantalla, las dos construyen una compenetración extraordinaria, carismáticas, majestuosas, luminosas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La historia es un grito de libertad para gran parte de las mujeres sometidas a un mundo machista que las oprime, en este caso las dos son víctimas de violación, A Thelma la hemos visto, a Louise queda entre líneas sobre el no explicitado “problema” que tuvo en Texas. Hay quien incluso ha querido ver un subtexto de historia de amor lésbico, donde la amistad va un paso más allá, esto me parece retorcido y no lo comparto, por mucho que en el tramo final se den las dos un pico en los labios, yo lo entiendo como un vínculo que va más allá del amor físico, es el hermanamiento, sería como decir que Paul Newman y Robert Redford tienen “tema” en algunas de las dos películas que rodaron juntos.
Hay espacio en el excelso guión para secundarios que en pocos esbozos quedan delineados de modo excelso, como un Harvey Keitel fenomenal como el comprensivo agente policial que va tras el binomio, dejando entrever su comprensión hacia ellas. Christopher MacDonald jocoso como el esposo de Thelma, un zoquete. Michael Madsen es el novio de Louise, lo encarna con sensibilidad y simpatía, con buena química con la actriz. Timothy Carhart da muy bien como el pérfido mujeriego que intenta violar a Thelma. Michael Delman es el delirante camionero (símbolo fálico el camión) que se convierte en un running-gag con sus constantes gestos obscenos a Thelam &Louise, hasta que ellas le dan su explosivo merecido. Y ewl que mejor partido le sacó a su pequeño rol, un entonces anónimo Brad Pitt, que aprovechó sus minutos para dar su plataforma de despegue a futura estrella de cine.
La puesta en escena resulta memorable, con un impresionante diseñó de producción de Norris Spencer (“Hannibal”), reflejando un medio oeste deprimente y a la vez envuelto en un halo de anclado en el tiempo, sostenido en una burbuja, aunque la ruta de la cinta es entre Arkansas y el Gran Cañón, fue filmada casi en su totalidad en California y Utah, algunas zonas rurales alrededor de Bakersfield, California y de Moab, Utah, las escenas del Gran Cañón justo al sur de Dead Horse Point State Park filmadas en la zona de Moab de Utah, con esas carreteras que parecen no llevar a sitio alguno, como la huida de la pareja a ningún lado, con un magníficamente alusivo vestuario de Elizabeth McBride (“Paseando a Miss Daisy”), y estos lares son embellecidos por la majestuosa fotografía panorámica de Adrian Biddle (“Aliens, el regreso”), con una luminosidad diurna resplandeciente, realzando con brillantez los paisajes y sus llanuras, el polvo que desprende el viento y los autos, tomas generales que nos retrotraen al estilo fordiano del oeste, ello como símbolo fronterizo donde al borde existencial todo puede pasar, todo está al límite, retratando con calidez y mimo el oeste rural, sus lugareños, sus bares, y terminado en la Icónica escena final en el Grean cañón, espectacular. Se suma el fascinante score del germano Hans Zimmer (“Gladiator”), acompañando la acción y los tiempos de transición de modo neurálgico, añadiendo temas country que se mimetizan con la acción, “Badlands” de Charlie Sexton), “Wild Night” de Van Morrison), o “The Ballad of Lucy Jordan" de Marianne Faithfull, "I Do not Want To Play House" de Paul Kennerly, “Better not look down” de B.B. King, o el trémulo tema principal “Part of me, part of you” (Parte de mi, parte de ti) de Glen Frey.
Spoiler:
Me sobra del film el subrayado final, con el montaje de escenas retrospectivas de las dos amigas, hubiera quedado mejor el fundido a negro tras el congelado de imagen de Thelma & Louise surcando el cielo del Gran Cañón en su T-Bird con las manos cogidas. Aunque es solo una gota de agua prescindible en un océano de aciertos.
Film de culto imprescindible para todo cinéfilo que se precie de serlo, Majestuosa película, de las que olvidaras jamás. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caractereshttp://tomregan.blogspot.com/2016/10/thelma-louise.html
Hay espacio en el excelso guión para secundarios que en pocos esbozos quedan delineados de modo excelso, como un Harvey Keitel fenomenal como el comprensivo agente policial que va tras el binomio, dejando entrever su comprensión hacia ellas. Christopher MacDonald jocoso como el esposo de Thelma, un zoquete. Michael Madsen es el novio de Louise, lo encarna con sensibilidad y simpatía, con buena química con la actriz. Timothy Carhart da muy bien como el pérfido mujeriego que intenta violar a Thelma. Michael Delman es el delirante camionero (símbolo fálico el camión) que se convierte en un running-gag con sus constantes gestos obscenos a Thelam &Louise, hasta que ellas le dan su explosivo merecido. Y ewl que mejor partido le sacó a su pequeño rol, un entonces anónimo Brad Pitt, que aprovechó sus minutos para dar su plataforma de despegue a futura estrella de cine.
La puesta en escena resulta memorable, con un impresionante diseñó de producción de Norris Spencer (“Hannibal”), reflejando un medio oeste deprimente y a la vez envuelto en un halo de anclado en el tiempo, sostenido en una burbuja, aunque la ruta de la cinta es entre Arkansas y el Gran Cañón, fue filmada casi en su totalidad en California y Utah, algunas zonas rurales alrededor de Bakersfield, California y de Moab, Utah, las escenas del Gran Cañón justo al sur de Dead Horse Point State Park filmadas en la zona de Moab de Utah, con esas carreteras que parecen no llevar a sitio alguno, como la huida de la pareja a ningún lado, con un magníficamente alusivo vestuario de Elizabeth McBride (“Paseando a Miss Daisy”), y estos lares son embellecidos por la majestuosa fotografía panorámica de Adrian Biddle (“Aliens, el regreso”), con una luminosidad diurna resplandeciente, realzando con brillantez los paisajes y sus llanuras, el polvo que desprende el viento y los autos, tomas generales que nos retrotraen al estilo fordiano del oeste, ello como símbolo fronterizo donde al borde existencial todo puede pasar, todo está al límite, retratando con calidez y mimo el oeste rural, sus lugareños, sus bares, y terminado en la Icónica escena final en el Grean cañón, espectacular. Se suma el fascinante score del germano Hans Zimmer (“Gladiator”), acompañando la acción y los tiempos de transición de modo neurálgico, añadiendo temas country que se mimetizan con la acción, “Badlands” de Charlie Sexton), “Wild Night” de Van Morrison), o “The Ballad of Lucy Jordan" de Marianne Faithfull, "I Do not Want To Play House" de Paul Kennerly, “Better not look down” de B.B. King, o el trémulo tema principal “Part of me, part of you” (Parte de mi, parte de ti) de Glen Frey.
Spoiler:
Me sobra del film el subrayado final, con el montaje de escenas retrospectivas de las dos amigas, hubiera quedado mejor el fundido a negro tras el congelado de imagen de Thelma & Louise surcando el cielo del Gran Cañón en su T-Bird con las manos cogidas. Aunque es solo una gota de agua prescindible en un océano de aciertos.
Film de culto imprescindible para todo cinéfilo que se precie de serlo, Majestuosa película, de las que olvidaras jamás. Fuerza y honor!!!
Crítica sesgada por el límite de caractereshttp://tomregan.blogspot.com/2016/10/thelma-louise.html