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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Comedia Charlot es un vagabundo que toca el violín en la calle a cambio de unas monedas. Un día rescata a una guapa chica del yugo de una banda de gitanos que la tienen prisionera, y ambos escapan juntos. (FILMAFFINITY)
7 de agosto de 2023
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215/03/04/08/23) Corto mudo parteaguas en la filmografía del más grande Icono del Séptimo Arte, Charles Chaplin. Aunque no por ello de sus mejores trabajos, de hecho, me ha resultado un melodrama facilón, propio de un Charles Dickens garrafón. Lo crucial es que con esta historia Chaplin viró arriesgándose a dar algo novedoso a su público hacia historias con dramatismo cargadas de patetismo y sentimentalismo, donde el humor estaba presente (aquí con cuentagotas), pero lo fundamental era la narración, ejemplo de ello sería su primer largometraje “The Kid” (1921).
Chaplin editó, escribió, dirigió y produjo esta película, aunque el guión pareciera tener influencia en la ópera del irlandés William Michael Balfe, "The Bohemian Girl" (1843), en la que también participan gitanos.

Fue la tercera cinta de Chaplin (de las doce en 18 meses que hizo como parte de su contrato) que hizo para Mutual Films. Estrenada en los cines el 10 de julio de 1916, coprotagonizada por sus colaboradores fetiche Edna Purviance como su clásico anhelo romántico, Eric Campbel como su clásico villano orondo (para hacer posible el enfrentamiento David-Goliat), Leo White y Lloyd Bacon como un pintor (luego se haría director). Un relato donde el humor es cuasi-inexistente, solo recuerdo el gag de Chaplin tocando el violín a Edna y cae al cubo de lavar ropa, resto, lo más cercano son un par de ‘batallas’ protagonizadas por el legendario Vagabundo, pero tampoco estas son especialmente recordables (la primera se da en la introducción, donde el Vagabundo se pelea con un grupo de músicos callejeros al confundirse con la limosna que les dan, convirtiéndose en un carrusel entra y sale de una taberna; la segunda un enfrentamiento ‘caballeroso’ del Vagabundo contra unos gitanos, a los que vence con su ‘ingenio’ con un palo escondiéndose en una rama de un árbol va golpeando uno a uno a los malos en la cabeza, cayendo al suelo como fardos, acabando en una persecución; pero lejos de coreografías vistosas trepidantes, siendo Chaplin el nivel resultan simplemente funcionales. Una historia más melancólica que divertida, más dramática que humorística, más pesimista que vitalista. Pareciera que cansado de provocar risas, quisiera demostrar Chaplin que también podía emocionar con trama más serias, hay momentos de slapstick en las dos peleas, pero estas resultan ordinarias en el baremo Chaplin. Tira hacia los tramos conmovedores como es cuando el vagabundo lava a Edna (casi una alegoría de como el propio Chaplin encumbró a la desconocida Edna Purviance), se acerca al humanismo que derrochó posteriormente en sus largos.


Aunque hay el típico villano Eric Campbell violento (maltrata de forma salvaje a Edna), el gran rival del Vagabundo es un educado y noble pintor, y contra eso pareciera no puede hacer nada el vagabundo, no se enfrenta a él. El componente romántico se acentúa cuando el vagabundo se convierte en el Pigmalion de la rescatada Edna, esto reflejado en como la enseña a lavarse la carta y la peina dulcemente. Pero cuando el Vagabundo le prepara cariñosamente el desayuno y ella va en busca de agua salta la sorpresa. Y con ello el giro más dramático, que puede en su momento fue punzante, visto más de un siglo después me resulta facilón, así como su twist final es impropio de Chaplin, pues es acomodaticio.

Roland Totheroh fue el cinematógrafo de cámara (y nunca mejor dicho) de Charles Chaplin durante su filmografía (Trabajaron juntos desde 1915 hasta 1947 en más de 30 películas), siendo en esta época de estilo estático, aunque aquí tiene un plano ingenioso en la secuencia de la huida en caravana, filmando desde dentro, enmarcando la acción con el marco de la puerta, mientras vemos de fondo al villano Eric Campbell intentar llegar al vehículo, siendo una toma rara y original para su tiempo; también es reseñable la escena introductoria en la taberna donde la edición del propio Chaplin compone una persecución saltando del exterior del bar al interior con fluidez rítmica.

Chaplin despliega una gran actuación, inundando de humanidad a su rol, con una gran expresividad, sin caer en lo histriónico, en una actuación más matizada que en sus anteriores trabajos, desplegando sentimientos profundos en su mirada y gestualidad; La coprotagonista es Edna Purviance, en un papel de víctima propiciatoria para ser el interés amoroso del Vagabundo. No intentaba ser actriz cuando él la eligió para su primera película, “A Night Out” (1915). Purviance continuaría apareciendo en muchas de las películas mudas de Chaplin. Aunque estuvieron vinculados sentimentalmente desde el principio, nunca se casaron. Su carrera prácticamente terminó cuando dejó de aparecer en sus películas mudas, pero según informes, él la mantuvo en la nómina hasta que murió en 1958; Reseñar la aparición de un actor fetiche de Chaplin, Leo White como travestido de caricaturesca Bruja Gitana.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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