No se puede catalogar "El árbol de la Vida" simplemente como una película aunque lo sea.

A mi juicio es una idea que Terrence Malick ha tenido sobre la vida, no sobre la vida como disertación o discurso, sino como conjunto, como todo.

Una obra de arte, llena de poesía, de magia, de drama, de preguntas sin responder. Una fotografía impecable, unas imágenes aplastantes para los sentidos, es belleza en su máxima expresión.

Lamentablemente no está patrocinada por Harvey Weinstein, ni protagonizada por Nicolas Cage o Tom Cruise, por eso no es un éxito de taquilla.

Tampoco es para todos los públicos, los humanos promedio van por la vida como en motocicleta y poco se detienen a cuestionarse nada más allá de las noticias de farándula y el suceso sangriento del día.

Y "El árbol de la Vida" está infinitamente más allá de todo eso, en un lugar remoto y lejano del cosmos