Antes de empezar a ver la película no me esperaba mucho más que la típica historia de chico y chica que se empiezan a conocer, salen y finalmente rompen.
Es cierto que en la realidad, y también en la ficción, cuando uno de los dos rompe, suele ser la chica la que aún sigue sintiendo, se queda colgada por él y sigue detrás suyo de alguna manera.
Esta película quizá sea en eso en lo único en que se diferencia del resto.

Nos muestran su relación a través del contador de los 500 días, cosa que quizá nos ayuda a ver la evolución en la relación, pero quizá nada más.
Es un tira y afloja en una relación que aun cuando está acabada, se encuentran y en el chico resurge ese “no sé qué”.
Es decir, peli del montón y de pasar un rato entretenido sin pensar.