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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
6
Bélico. Acción Segunda Guerra Mundial. El Afrika Korps del Mariscal Edwin Rommel dominó el norte de África hasta su derrota en El Alamein. A medida que pasa el tiempo, Rommel, cada vez más decepcionado, llega a la terrible conclusión de que el Führer acabará destruyendo Alemania. Así las cosas, su estricto sentido del deber lo llevará a participar en una conspiración contra el tirano. Al fracasar el atentado del 20 de julio de 1944, recibe la orden de suicidarse. (FILMAFFINITY) [+]
27 de noviembre de 2018
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Terminando de ver “The Desert Fox: The Story of Rommel” (1951) de Henry Hathaway con James Mason, Cedric Hardwicke, Jessica Tandy, Luther Adler, Everett Sloane, Leo G. Carrol, George Macready, Richard Boone, entre otros. Drama bélico basado en “Rommel: The Desert Fox” (1950) de Brigadier Desmond Young, sobre El General alemán Erwin Rommel, y sus últimos años de vida. El libro fue la primera biografía de Rommel, y gozó de una inmensa popularidad, especialmente en Gran Bretaña; tanto que llevó a los aliados occidentales, particularmente a los británicos, a representar a Rommel como “el buen alemán” y “nuestro amigo Rommel”, contribuyendo a la formación del Mito de Rommel, que consistía en 3 temas: La ambivalencia de Rommel hacia el nazismo, su genio militar y el énfasis en la naturaleza caballeresca de La Campaña del Norte de África; por lo que el filme es probablemente la primera “biografía cinematográfica” dedicada a uno de los protagonistas de La Segunda Guerra Mundial, y la primera que un país hace sobre un General enemigo, incluso antes de hacer una película biográfica sobre uno de sus propios Generales. De esa manera, la película ha jugado un papel significativo en la creación de La Leyenda de Rommel como un personaje admirado y respetado, incluso por sus enemigos; como un Comandante apolítico y brillante, víctima del Tercer Reich, debido a su participación, ahora en disputa, en el complot del 20 de julio contra Adolf Hitler, la llamada “Operación Valkiria”, por lo que aquí se representaron a Rommel con simpatía, como un soldado leal y humano, y un firme oponente de las políticas de Hitler. Por ello, el guión fue leído y autorizado tanto por El Departamento de Estado de los EEUU como por El Comisionado para Alemania, John J. McCloy; sin embargo, Twentieth Century-Fox recibió duras críticas tanto durante la preproducción como al estreno de la película, por “su simpático retrato del Mariscal de Campo alemán” Del reparto, James Mason como Erwin Rommel, consiguió imbuirle del carácter de “héroe con destino trágico” que está presente en todos aquellos que se acercan a la historia del personaje real; y es que el Rommel de Mason no es el típico General antisemita, miembro del Partido Nazi que podemos encontrar en otras producciones, sino un patriota alemán, que no tiene más remedio que cumplir con las órdenes de Hitler, hasta que finalmente se da cuenta de que la forma de salvar a su nación, es destruir a su líder. Hay que tener en cuenta que Rommel fue una auténtica némesis para Los Aliados, y que su mito no sólo fue construido por la propaganda alemana, sino también por la propia propaganda aliada. Así tenemos la paradoja: Se consiguió presentarlo como una especie de “noble caballero medieval” derrotado por el no menos noble Monty, personaje que lamentablemente todavía no tiene una película biografía propia; y Mason hace un excelente trabajo en una producción de perfil bajo, donde se ven importantes lagunas narrativas que parece provocadas por la falta de capital para abordar mejores escenas, ambientaciones o fidelidades históricas. Mientras Jessica Tandy como Lucie Rommel, la esposa, es más un papel de relleno como trama romántica; al igual que William Reynolds como Manfred, el hijo de ambos, y es que en la familia Rommel no hay signo de nazismo, de hecho, en el filme no hay casi signos nazis, ni siquiera se usa el esperado “Heil Hitler” Por otro lado, Cedric Hardwicke como Dr. Karl Strölin es interesante pero es dejado de lado, y como era de esperar, Hitler es retratado de manera maníaca por Luther Adler, que lo hace parecer casi como un travesti. Como dato, al parecer, la viuda de Erwin Rommel, Lucie Marie, actuó como asesora técnica de esta película; y prestó a la producción algunos de los artefactos personales de su marido. Pero donde el filme apunta su atención, es en El Mito de Rommel, que a partir de 1941, fue recogido y difundido en Occidente por la prensa británica, tanto que Churchill lo describió como un “extraordinario oponente audaz e inteligente, y un gran Comandante de campo”, no es casual que la película demostró ser una de las herramientas adecuadas para la reconciliación entre los antiguos enemigos, y ayudó a crear una imagen del ejército alemán que sería aceptable para el público británico, junto a la publicación de “The Rommel Papers” (1953) En definitiva, aun cuando esta película no es un documental, ni una película histórica o “biográfica”, contiene innumerables anacronismos como para considerarla fiel a los hechos, al tiempo que el título manipula y engaña al espectador, pues no representa la vida de Rommel, solo sus últimos años, antes de ser obligado a suicidarse a los 52 años de edad; de ahí que no se nos muestra nada de su vida anterior, ni ninguna de sus victorias sobre los británicos al frente del Afrika Korps, ni el porqué de su fama como militar; tampoco se nos dice nada de sus relaciones con Adolf Hitler y los nazis, ni de su uso de la propaganda para ensalzar su figura, o su amistad con Goebbels… Pero sí destaca que Hathaway le dio a la trama un aspecto casi de “cine negro” más que de cine bélico, y se centra sobre todo en las interpretaciones de los actores y en los diálogos; y en el paulatino desengaño de Rommel con respecto a Adolf Hitler.

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Alvaro Zamora Cubillo
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