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Voto de ElMister4:
96.019
Western. Drama
William Munny (Clint Eastwood) es un pistolero retirado, viudo y padre de familia, que tiene dificultades económicas para sacar adelante a su hijos. Su única salida es hacer un último trabajo. En compañía de un viejo colega (Morgan Freeman) y de un joven inexperto (Jaimz Woolvett), Munny tendrá que matar a dos hombres que cortaron la cara a una prostituta. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una historia real. Una historia entre el Sr. Western, Tito Clint y mi humilde persona. Y aquí la cuento tal y como ocurrió.
º º º º º º º º º º º
Íbamos el Sr. Western y yo caminando por el desierto, conscientes de que nuestra relación nunca había sido la ideal, ni tampoco la más fiel.
Bastante delicado, el final de el Sr. Western parecía inminente tras las intensas disputas con el valiente y aguerrido Don Spaghetti, por el que siempre había sentido yo cierta simpatía. Ambos caminábamos en silencio esperando un milagro que nos reconciliara. Y el milagro ocurrió...
-P… pe… pero mira Sr. Western. ¡Es Tito Clint!
-SR. WESTERN: Virgen santísima, mi viejo compañero Clint. ¿Qué habría sido de mí sin sus estimables colaboraciones con mi persona?. Aunque el muy *** se pasara al otro bando…
-TITO CLINT: ¿Me ha dicho algo Mr. Western?
-No, no, qué va Tito Clint. Ya sabes que mi amigo está un poco mayor y no sabe muy bien lo que dice. Y bien je, je, ¿Qué le trae por estos lares Clint?
-TITO CLINT: Verán, queridos compañeros. Voy en busca de un último proyecto, el definitivo. Un relato que marcará un antes y un después en el género. Y quién mejor que usted para ello, Sr. Western. Si me permite el atrevimiento, rechazar esta proposición que le hago no tendría perdón (guiño, guiño).
º º º º º º º º º º º
Y así fue. Tito Clint hizo una oferta que el Sr. Western no pudo rechazar. Ambos marcharon dispuestos a realizar la película que me enganchó al género. La salud de el Sr. Western no mejoró y, a día de hoy, sigue bastante fastidiado. Pero ahí sigue, dando guerra.
Y yo, en su bando.
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Íbamos el Sr. Western y yo caminando por el desierto, conscientes de que nuestra relación nunca había sido la ideal, ni tampoco la más fiel.
Bastante delicado, el final de el Sr. Western parecía inminente tras las intensas disputas con el valiente y aguerrido Don Spaghetti, por el que siempre había sentido yo cierta simpatía. Ambos caminábamos en silencio esperando un milagro que nos reconciliara. Y el milagro ocurrió...
-P… pe… pero mira Sr. Western. ¡Es Tito Clint!
-SR. WESTERN: Virgen santísima, mi viejo compañero Clint. ¿Qué habría sido de mí sin sus estimables colaboraciones con mi persona?. Aunque el muy *** se pasara al otro bando…
-TITO CLINT: ¿Me ha dicho algo Mr. Western?
-No, no, qué va Tito Clint. Ya sabes que mi amigo está un poco mayor y no sabe muy bien lo que dice. Y bien je, je, ¿Qué le trae por estos lares Clint?
-TITO CLINT: Verán, queridos compañeros. Voy en busca de un último proyecto, el definitivo. Un relato que marcará un antes y un después en el género. Y quién mejor que usted para ello, Sr. Western. Si me permite el atrevimiento, rechazar esta proposición que le hago no tendría perdón (guiño, guiño).
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Y así fue. Tito Clint hizo una oferta que el Sr. Western no pudo rechazar. Ambos marcharon dispuestos a realizar la película que me enganchó al género. La salud de el Sr. Western no mejoró y, a día de hoy, sigue bastante fastidiado. Pero ahí sigue, dando guerra.
Y yo, en su bando.
