La situación es sencilla, una cita a ciegas entre dos chicos que contactan con por una web de citas. Se gustan a primera vista, deciden ir a casa de uno de ellos y allí se desarrolla todo el resto de la historia. Los dos protagonistas van descubriendo, poco a poco, rasgos de su personalidad, y cada rasgo tiene la capacidad de despistar al espectador y mantenerlo en tensión sin saber qué podrá pasar a continuación. Así continua toda la cita, y el interés no decae. Pero llega el desafortunado desenlace, tan surrealista como poco creíble. El personaje que parecía más fuerte, es destruido ridículamente por el más débil, sin que el otro se defienda de forma alguna. Una lástima, el resto de la cinta es realmente interesante, pero el final inesperado que roza la ridiculez, sepulta todo el resto del gran trabajo de Briem.