Se suponía que después de ver una película donde aparecen los villanos favoritos de mi infancia, donde vuelvo a ver en una pantalla a spiderman mi superhéroe favorito, iba a salir del cine saltando cómo un niño pequeño pero por sorpresa mía he salido de la sala con una sensación de frustración.

Frustración de no ver a ese Duende verde que tanto me atemorizaba, de no ver una sola pelea con ese traje verde que tanto lo simboliza y de no sentir ese miedo que esperaba sentir en alguno de sus diálogos.

Frustración por ver cómo ridiculizan al Doctor Octopus, un tipo que con solo su presencia ya deberías de sentir que algo malo va a pasar y en esta película sientes que no va a pasar absolutamente nada.

Frustración por no ver ni una sola escena de acción que se me haya quedado grabada en la retina

Frustración por no haber sentido tensión en ningún solo momento de la película, por tener que escuchar un chiste hasta en los momentos más emotivos por ver personajes secundarios planos sin ningún tipo de profundidad por conveniencias de guión sin ningún sentido y por sentir que han desaprovechado una oportunidad de oro para hacer una película para la historia.

Me hubiera encantado ponerle un 9 o 10 como veo por aquí pero se me hace imposible, siento que está película solo la salva Tom Holland que es lo único que rescató.

No se ustedes, pero este no es el cine que yo quiero, yo quiero estar viendo una película y estar agarrado al asiento, quiero llegar a mi casa con la sensación de querer verla de nuevo, pero veo que no todos quieren este camino.

Así que a los que vamos al cine a buscar otro tipo de cosas, no nos queda otra que ponernos las películas de Sam Raimi y disfrutar como la primera vez que la vimos.