Película confusa pero brillante, angustiosa pero única además de ser una obra increíblemente fría y desesperanzadora.

La película comienza de una manera de una forma que creo que nadie espera, no pillas nada durante los primeros 20 minutos. Estás recibiendo escenas y diálogos de líneas temporales distintas para ponerte en contexto. Lynne Ramsay te va metiendo con esas escenas y gran montaje poco a poco en la cabeza de Ana (Tilda Swinton). Una vez superas esa brecha, te encuentras con una historia que empieza tener sentido narrativo y empiezas a seguirla. Combina una doble narrativa, el por qué se llega a cometer un hecho de la película y las consecuencias de dicho hecho.

Una fotografía altamente impresionista para adentrarnos poco a poco en la psicología de la protagonista, para que nos muevan los hechos, sino los sentimientos. Abusa del rojo pero con una razón más que obvia ya que va relacionado constantemente con un elemento de la película que no puedo contar sin spoilear.

Me gustaría comentar de cómo usa música alegre para hacerte sentir peor, altamente triste. Consigue poner música que se usa para todo lo contrario. Escenas con una alta carga dramática con una música con tanta felicidad te crea un oxímoron brillante, te aparta de la música y te acerca a la protagonista, viendo como el resto esta feliz y disfrutando de la vida mientras la protagonista se ahoga un mar de fallos y decepciones. Excelente detalle.

Para terminar decir que Tilda Swinton lleva de una manera magistral el peso actoral y Ezra Miller está increíble también.