Un hombre deja un video a la prensa asegurando que va a hacer estallar cuatro bombas, una vez apresado, será sometido a un severo interrogatorio.
Thriller psicológico que se apoya en un reparto atractivo, encabezado por Samuel L.Jackson, Carrie-Anne Moss y un destacable Michael Sheen, que presenta un dilema etico relacionado con los hechos acontecidos en Guantánamo, en la que los presos de guerra, fueron sometidos a crueles interrogatorios.
La trama gira en torno al violento y agresivo interrogatorio al que se le somete al preso, en el que se plantea la cuestión de si cualquier método vale para obtener respuestas.
El ritmo de la trama es absorbente y mantiene el interés alrededor del castigo físico y psicológico que se da para obtener la información del lugar en el que se encuentran las bombas.
Se apoya en una agresividad incomoda, que resulta reiterativa, ya que no dejan de repetirse las mismas situaciones durante el interrogatorio.
El personaje que interpreta Samuel L.Jackson no se presenta con claridad, aunque una vez avanza la trama da igual, él se limita a hacer su trabajo, obtener respuestas.
Las situaciones que presenta son inquietantes y de un impacto considerable, pero una vez se alcanza el desenlace, deja la sensación de haber sido una trama ligeramente tramposa y de violencia explícita gratuita.
Entra en un bucle constante del que le cuesta salir, y obtiene como vía de escape una solución precipitada y previsible.