Juan de los muertos es una visión alocada, gamberra y llena de diversión del género de los zombis.
Posiblemente no pasará a los anales de la historia del cine, ni por sus efectos especiales, ni la calidad interpretativa, pero de lo que no cabe duda es que suple esa falta de calidad y presupuesto, con su humor negro, lleno de sarcasmo.
Ubica la tradicional historia de zombis en Cuba, presentándonos a Juan, un sobreviviente como él mismo indica, que reunirá a su fiel amigo y un par de compadres, para formar una empresa que se encargue de eliminar los zombis por un módico precio.
Juan de los muertos, eliminamos a sus familiares queridos es el eslogan de la compañía, que reúne a un variopinto grupo de personajes de lo más peculiares.
La historia bebe de innumerables versiones de zombis vistas con anterioridad, parodiándolas llegando incluso a tocar al mismísimo Bruce Lee, con toques de humor atrevidos y que llegan a sorprender, consiguiendo no solo entretener, sino presentar una visión del estilo de vida en Cuba.
Como si de una epidemia se tratase, te contagiará de sus golpes humorísticos y te robará más de una carcajada.