Interesante al principio, pero decepcionante a medida que la ves. Glenn Miller era un músico y compositor que merecía más suerte que esta sobrevaloradísima película para contarnos su biografía. También James Stewart seguro que tiene mejores actuaciones que ésta, muy poco creíble en algunos momentos (por ejemplo, por el modo en que se dirige a su "novia" después de dos años). Y encima galardonada con un Oscar. Imagino que será por la banda sonora que, eso sí, merece la pena con Henry Mancini como adaptador orquestal.