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España España · Málaga
Voto de Lukas:
6
Drama Rocky, arruinado y retirado del boxeo, vuelve a su barrio. Allí conoce a un joven con aptitudes para boxear y decide entrenarle. (FILMAFFINITY)
22 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película empieza justo donde acabó la cuarta entrega de la saga, es decir, que tras recordarnos (con imágenes del combate contra Iván Drago) la pelea anterior, pasamos a ver a Rocky Balboa en los vestuarios, en una secuencia realmente dramática, cuando advierte que algo malo le puede pasar, o le está pasando ya. Es decir, que se puede quedar con daños cerebrales, consecuencia de los golpes recibidos, ahora y antes. Es decir, que no ha pasado el tiempo, la cinta retoma justo desde donde la otra termina. Se marchan a casa en un avión ruso, y ahí comienza el drama de ésta. El problema, como otros han señalado acertadamente, es que el guión (un poco desastroso), no tiene en cuenta esta línea temporal, y hace que los personajes hayan envejecido cinco años, que es el tiempo entre una peli y la otra, del rodaje quiero decir. El peor ejemplo es el hijo de Rocky, pero también se nota en Adrian, su mujer, y un poco en el cuñado.

Si obviamos esto, que es un error básico, la película no está mal. Es una vuelta a los orígenes, tanto del personaje como de la saga en general, y es por eso que se decidió traer de vuelta al director de la primera, sin duda la mejor. En la peli hay una constante vuelta al pasado, y eso me gusta mucho, porque no hay dramatismo sin esa nostalgia, literalmente: dolor por el regreso. Vuelta a las malas calles de Filadelfia, en donde empezó todo. Como bien han señalado otros, no se podía mantener ese clima efervescente y falso de Rocky III y Rocky IV. Tanto que se critica el guión, pues yo no lo encuentro tan malo. Es más, alguien tiene razón (Cineycine) cuando dice que, sin esta peli, no habrían sido posibles las otras que vinieron después, Rocky Balboa y Creed. Este cambio de rumbo es creíble, y se agradece que Stallone, por muy zumbado que estuviera ya, lo tuviera en cuenta, durante el rodaje de Rambo III, al parecer… Cuántos deportistas de nivel no se han venido abajo, han caído en lo peor…, es algo muy de todos los días. Lo que resulta un poco chocante es que eso se produzca tan pronto, justo tras el combate en Rusia. Pero es una peli, qué quieres…

La música de Bill Conti también está muy bien. La fotografía, no es gran cosa, pero para lo que había que retratar… El contrincante de Rocky, en esta ocasión, es un tipo con todos los demonios dentro, desde luego, y mucho más realista que los otros, Ivan Drago o Clubber Lang, por cierto. Parece un niñato, sí, vale, pero al final resulta de lo más efectivo, y todo respira verdad, desde el primer momento en que aparece. Rocky hace caso de su mujer y se retira, porque los daños cerebrales son irreversibles, dicen los médicos. Pero claro, siempre tiene que haber un malo malísimo, y en esta ocasión es el personaje del promotor, George Washington Duke (Richard Gant), que azuzará a Tommy Gunn contra Rocky. Hasta el conflicto entre Rocky y su hijo es creíble, y añade mayor dramatismo a la historia. Hasta el cambio radical que hay aquí se agradece, me refiero a la forma, al escenario de la pelea decisiva. Todo eso añade dramatismo, y hace que esta historia sea realmente algo, no la historia manida de Rocky contra el gañán de turno. Esa relación entre Rocky y su alumno Tommy está muy conseguida, y el final es realmente brillante.

Por no hablar de otros momentos igualmente emotivos, más relajados, como cuando Rocky entra de nuevo en el gimnasio en donde empezó todo, y recuerda al viejo Mickey, que le dice unas cuantas verdades. O bien, cuando Rocky es consciente de que esos golpes pueden ser definitivos, que su cerebro ya no aguantará más. Esta lucha consigo mismo es algo. Tal vez él tenía razón, Sylvester Stallone, al criticar la cinta como mala malísima, pero lo cierto es que se equivocaba, y que en ella hay algo que, no sólo la salva de la quema, sino que la encumbra como una de las mejores de la saga, la segunda mejor, después de la excelente primera entrega. No en vano, con los créditos finales, casi todas las imágenes (en blanco y negro) son de la primera parte.
Lukas
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