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España España · Barcelona
Voto de Rómulo:
9
8,4
4.104
Documental "Shoah" ("aniquilación" en lengua hebrea) es una revisión de la memoria del Holocausto en primera persona. Las víctimas, los testigos, todos aquellos que vivieron el horror y pueden, obligándose a recordar, devolver al presente una realidad que no debe caer en el olvido. (FILMAFFINITY)
20 de octubre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Shoah

El 27 de enero de este mismo año (2015) se conmemoró el 70 aniversario de la liberación de Auschwitz, el campo de concentración nazi más tristemente famoso de cuantos existieron, en el episodio probablemente más pavoroso de la historia del hombre.
Pero no era mi intención -los medios darán cumplida nota de este hecho- referirme a ello sino aprovechar la ocasión para recomendarles, en mi opinión, el mejor documental que se ha realizado jamás sobre el holocausto y considerado como una obra maestra en todos los sentidos. Se trata de Shoah (aniquilación en hebreo), con más de nueve horas de metraje, estrenado en 1985 por el francés Claude Lazmann que empleó once largos años en terminarla. No esperen ver aquí imágenes truculentas, cadáveres amontonados, esqueletos, objetos o indumentarias, como en otras realizaciones, destinadas a conmover el siempre dispuesto ánimo sentimental o la lágrima fácil de nuestra virtuosa conciencia. Verán la soledad aterradora de los campos de exterminio tal como son hoy, las vías abandonadas que penetrabann hasta el corazón del campo para depositar su lúgubre carga, no escucharán música alguna que edulcore el espanto, únicamente los sonidos naturales que los micrófonos de ambientación recogen, como el viento, el agua o la lluvia. Lanzmann entrevista con increíble habilidad y sabiduría a testigos de toda índole dando su personal testimonio. Víctimas, verdugos, cómplices y pobladores polacos de distinas aldeas, gente buena y sencilla del campo que veía cómo cada día desaparecían judíos de sus casas, cómo se los llevaban en camiones, a hombres, mujeres, niños, cómo percibían el ácido olor de la carne quemada y podían advertir gigantescas columnas de humo negro, y callaban. No sabíamos, no podíamos imaginarnos algo así, confiesan, pero coincidentemente, mientras tanto, ocupaban sus casas, sus tierras y se apoderaban de sus bienes. Sí, gente buena y sencilla del campo. La reserva más pura, la esencia misma del pueblo polaco.
Búsquenla, consíganla como sea, bien en youtube, en alguna web, en Amazon o cómprenla en un comercio especializado, pero no se la pierdan, vale la pena. De paso reflexionen como protagonistas, no como espectadores. Pudimos ser nosotros mismos. Esas personas no eran diferentes, eran seres humanos, como nosotros, con los mismos anhelos y preocupaciones. Nos ayudará también a entender mejor el pensamiento, tan ferozmente vilipendiado en su momento por unos y otros, de esa extraordinaria, lúcida y prodigiosa inteligencia que fue Hannah Arendt.

Emilio Castelló Barreneche
Rómulo
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