Años 50, un tío de Hollywood que no está muy contento con su trabajo tiene un accidente, pierde la memoria y va a parar a un pueblecito encantado, apartado del mundo, con personajes entrañables y con un faro en lo alto de un acantilado donde se ven unos atardeceres preciosos.

La cosa es que lo confunden con uno de los propios personajes entrañables del pueblo que se fue a la guerra y nunca más volvió. Claro, nos encontramos con los clásicos líos de padre, novia, amigos, alcalde, enemigos... del pollo original con los que Jim Carrey tiene ahora que lidiar.

A ver, la peli es pastelosa y más larga de la cuenta pero a mi me gusta. Reconozco que esta trama, pese a que ya la hemos visto unas cuantas veces, me suele enganchar bastante.

Y por supuesto el que esté protagonizada por Jim Carrey es un plus!. No sé si el tío está más pallá que pacá pero a mi me tiene ganado. Podemos probar juntos, si os parece, si es verdad eso que dicen de que sale en todas sus películas durmiendo.

Confirmo que aquí, al menos, sí que duerme.