Esta es otra oportunidad perdida de Hollywood de abordar una película de la II Guerra Mundial con cierto realismo. La industria estadounidense del cine sigue prefiriendo hacer films sin ningún rigor, destinado a un público ignorante y de mente adolescente. La batalla con el Tiger I es nada creíble, y la lucha final con la unidad alemana con el tanque inmovilizado ya roza lo cómico. Una pena porque la película está rodada con buenos efectos y bien interpretada. Técnicamente, con un guión mejor tratado, podría haber sido un buen film.