Uncharted está dirigida por Ruben Fleischer y se basa en el fenómeno de los videojuegos. Con cuatro a sus espaldas, la saga creada por la desarrolladora Naughty Dog debía dar el salto a la gran pantalla. Nadie como Tom Holland, quizás demasiado joven para ser Nathan Drake, y Mark Wahlberg como Sully, para hacer que la taquilla aumente. Si bien sus papeles no dejan de ser el de Spider-man y el de... Mark Walhberg en cualquier película de acción. No vamos a mentir, son papeles que siguen funcionando, pero pueden hacerlo en cualquier otro filme. En cuanto a los chascarrillos, funcionan lo justo, o bien lo hacen para los más jóvenes. En cualquier caso, esta saga tiene para muchos años, por lo que podemos decir que es su inicio.

En cuanto al desarrollo del filme, tenemos a un villano (Antonio Banderas), de la familia Moncada, que busca un tesoro perdido que les pertenece por historia. En cualquier caso, Nathan busca a su hermano perdido mientras que Sully le busca a él, ya que lo conocía y sabe que el chaval podrá ayudarlo a encontrar el oro. Mientras eso sucede, otra chica (Sophia Ali) se interpondrá y hará equipo con ellos mientras la sicaria de Moncada (Tati Gabrielle) se lo pone difícil. Para resumir, tres cuartas partes del filme son para la basura, lentas, pesadas y de búsqueda de niño de tres años, con sus llaves, sus puertas corredizas y demás chascarrillos propios de una película del estilo. Es en la última parte del filme donde la cosa se pone bien de acción y las palabras ya no importan cuando realmente vale la pena.

En definitiva, UNCHARTED es la típica película de acción con dos actores de renombre y cartel que se pasean por Barcelona y Filipinas pero que sus últimos veinte minutos son los que realmente valen la pena. Si se toma nota de eso para la siguiente película, quizás nos encontramos ante algo más grande. Ya están los personajes presentados, de manera que debería ser mucho más ágil. Blockbusterianos, esta es la peli que os va.