Como es costumbre en el cine, no sé si en la realidad serán igual de gilipollas, los adolescentes americanos están todo el día borrachos, salidos y haciendo el imbécil una y otra vez. No me extraña que los psicópatas decidan matarlos, ya que con esa acción están haciendo un servicio social al limpiar un poco el mundo de futuros gilipollas gobernantes. Además, la ventaja de matar adolescentes norteamericanos reside en que casi siempre acaban ellos en la boca del lobo. Tú sólo tienes que ponerles un caminito de migas de pan (o de tetas, drogas u alcohol), que aunque les pongas carteles al lado advirtiendo del peligro ellos van a ir igualmente. Bien pensado, lo mismo es que no saben leer. O tal vez que que del ciego que se llevan siempre no son capaces de hacerlo.
El caso es que 'La casa de cera', dirigida por el español Jaume Collet-Serra, es solo una película más. Todos los tópicos del cine de terror «teen» se cumplen al dedillo. Lo único que destacaría un poco son los escenarios, que no están mal (incluída la escena final de la casa de cera). Por lo demás es bastante penosa de ver, sobre todo a Paris Hilton.
Una escena que muestra lo absurdos que son los personajes es cuando están acampados y se acerca un todoterreno. El conductor se queda con las luces dadas y ni se baja del coche ni nada. En esa situación, ¿qué hacen los protas? ¿Acercarse a ver si le ocurre algo? No. Tirarle con piedras al coche para fundirle las luces. Muy inteligente, sí (cómo se nota que ellos no tienen nada de luces y quieren rebajar al coche a su mismo nivel).