Un eminente cirujano cardio-vascular de Chicago, es acusado con pruebas circunstanciales de la muerte de su joven esposa y condenado a la pena capital.
Solo la poderosa y bien engrasada maquinaria del cine USA, es capaz de crear un film tan magistral, creíble, taquillero y todo un hito en su momento. La película conecta y engancha desde el primer minuto con el espectador y mantiene la intriga, la tensión y el interés durante todo el metraje con un ritmo narrativo frenético, ágil y vivo.
El film cuenta con un sonido que es todo un lujo y de unos efectos visuales y especiales técnicamente perfectos. Dispone de un formidable guión con una trama perfectamente planificada, con unos diálogos bien desarrollados, una dirección de primera y una fotografía admirable.
Harrison Ford interpreta al perseguido Dr. Kimble con acierto, y además sabe imprimir a su personaje un toque humano y de antihéroe que es de agradecer. Tommy Lee Jones correcto en su actuación, pero sobrevalorado con la concesión del Oscar.
Conclusión: Cine de intriga de calidad, recomendable.