Una vez atajado el problema que supone ver tan horripilante interpretación del nombre de la obra, empezamos:

Aftermath es referido a el rumiar los miedos, las pasiones y los eventos como el buitre que ronda un cuerpo inerte, algo así como una deliberada tortura que uno se infringe, ya que el mero hecho de pensar y conspirar en torno a las consecuencias posibles e inminentes de tus imaginaras acciones.

He de reconocer que Aftermath me ha gustado, y es que evalúa y recorre no solo la historia de este pobre desgraciado, pero también las dinámicas de la venganza y como en un mundo tan crudo como el actual, el viejo dicho de Confucio se nos queda corto; no será la primera vez en la cual embarcarse en un viaje de venganza nos cueste más que la vida de nuestro enemigo y la nuestra…