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Voto de José Barcia:
7
6,1
43.951
Aventuras. Acción
Inglaterra, siglo XIII. Robin Longstride (Russell Crowe), un magnífico arquero que ha luchado en las Cruzadas al servicio del rey Ricardo Corazón de León (Danny Huston), vuelve de Tierra Santa luchando contra los franceses y saqueando poblados. Cuando Ricardo muere alcanzado por una flecha, Robin se traslada a Nottingham para cumplir una promesa que hizo a Sir Robert Loxley (Douglas Hodge) antes de morir: llevar su espada a su padre, ... [+]
8 de junio de 2010
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde un principio no me atrajo el último proyecto del hermano mayor de los Scott, tal vez fuera por los parecidos obvios con Gladiator, que fuera una historia mil veces contada o por el temor de la dirección de este director que es capaz de hacer lo mejor y lo peor de la industria.
Fuera como fuese me despojé de todo prejuicio y fui a verla, sin ánimo de despellejarla, ni de alabarla por alabar como un fan incondicional a los artistas o al género. Y con la mente despejada, y ávida de cine.
En primer lugar quiero matizar lo expresado en mi primer párrafo desde un punto de vista post visionado. Por un lado decir que no tiene nada que ver con Gladiator, y me refiero más a estilo que ha argumento o estética, aunque la culpa de las diversas decepciones al respecto lo tiene el enfoque que quiere dar el trailer para atraer a las masas. Y que no sea Gladiator es bueno.
Por otro a pesar de ser una historia mil veces contada, el tratamiento es lo suficientemente interesante, innovador y sólido, apoyado por unos estupendos personajes y unos aun más estupendos actores, que hace que sea una historia bastante diferente de lo que hasta ahora han realizado. Y aunque para mí eso es una virtud, para muchos ha sido el pivote donde centrar todas las decepciones del mundo. Porque el Robin Hood de Ridley no es el Robin Hood aventurero al uso, y eso puede decepcionar a algunos.
Y por último, y no menos importante, la tendencia de este director de hacer verdaderas maravillas como Alien (1979) o Blade Runner (1982), y otras obras bastante menores y menos acertadas como Un buen año (2006), La teniente O'Neil (1997), Tormenta blanca (1996), 1492: La conquista del paraíso (1992) o La sombra del testigo (1987), que lo hace un director bastante desigual, aunque he de reconocer, que es desigual pero tendente a realizar buenas películas. Y es en este punto donde destaca para bien y para mal Robin Hood, donde muestra las luces y las sombras de este cineasta que encabeza este texto, donde los aciertos son muy buenos “iluminando” al espectador deseoso de buen cine, y de una buena historia, y los fallos aunque no son tremendos sí que ensombrecen el resultado final, no llegando a ser la película redonda que pudo haber sido.
Luces; Es una película sobre todo de actores, y de actores soberbios, siendo todo un lujo ver y disfrutar de las actuaciones de unos maravillosos Max Von Sydow, William Hurt, Russell Crowe, Cate Blanchett y Eileen Atkins.
Los actores encarnan por otro lado unos personajes llenos de matices, gestos, muy humanos, regalándonos escenas en silencio donde lo importante son las miradas, y a pesar de que para muchos no es emotiva, a mí me transmitió mucho sentimiento.
(SIGUE EN SPOILER PERO SIN SPOILER)
Fuera como fuese me despojé de todo prejuicio y fui a verla, sin ánimo de despellejarla, ni de alabarla por alabar como un fan incondicional a los artistas o al género. Y con la mente despejada, y ávida de cine.
En primer lugar quiero matizar lo expresado en mi primer párrafo desde un punto de vista post visionado. Por un lado decir que no tiene nada que ver con Gladiator, y me refiero más a estilo que ha argumento o estética, aunque la culpa de las diversas decepciones al respecto lo tiene el enfoque que quiere dar el trailer para atraer a las masas. Y que no sea Gladiator es bueno.
Por otro a pesar de ser una historia mil veces contada, el tratamiento es lo suficientemente interesante, innovador y sólido, apoyado por unos estupendos personajes y unos aun más estupendos actores, que hace que sea una historia bastante diferente de lo que hasta ahora han realizado. Y aunque para mí eso es una virtud, para muchos ha sido el pivote donde centrar todas las decepciones del mundo. Porque el Robin Hood de Ridley no es el Robin Hood aventurero al uso, y eso puede decepcionar a algunos.
Y por último, y no menos importante, la tendencia de este director de hacer verdaderas maravillas como Alien (1979) o Blade Runner (1982), y otras obras bastante menores y menos acertadas como Un buen año (2006), La teniente O'Neil (1997), Tormenta blanca (1996), 1492: La conquista del paraíso (1992) o La sombra del testigo (1987), que lo hace un director bastante desigual, aunque he de reconocer, que es desigual pero tendente a realizar buenas películas. Y es en este punto donde destaca para bien y para mal Robin Hood, donde muestra las luces y las sombras de este cineasta que encabeza este texto, donde los aciertos son muy buenos “iluminando” al espectador deseoso de buen cine, y de una buena historia, y los fallos aunque no son tremendos sí que ensombrecen el resultado final, no llegando a ser la película redonda que pudo haber sido.
Luces; Es una película sobre todo de actores, y de actores soberbios, siendo todo un lujo ver y disfrutar de las actuaciones de unos maravillosos Max Von Sydow, William Hurt, Russell Crowe, Cate Blanchett y Eileen Atkins.
Los actores encarnan por otro lado unos personajes llenos de matices, gestos, muy humanos, regalándonos escenas en silencio donde lo importante son las miradas, y a pesar de que para muchos no es emotiva, a mí me transmitió mucho sentimiento.
(SIGUE EN SPOILER PERO SIN SPOILER)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Pero si los actores, y los personajes que encarnan, son la esencia de la película, las batallas impactantes son la guinda, volviendo a sentir lo grande que es el cine de aventuras, destacando en especial toda la batalla de la playa y el asedio al castillo.
La ambientación es otro punto a favor, al igual que la realización de “cámara en mano” en las nombradas batallas, que a pesar de que en algunos tramos marea, en otros te mete de lleno en la lucha, pareciendo casi “reporteros de guerra actual”.
Sombras. Sin embargo también hay sombras, y repartidas como una salpicadura de aceite por todo el metraje, enturbiando la visión final. Por un lado te esboza unos secundarios maravillosos, pero no profundiza en ellos. Por otro los tremendos fallos históricos que abundan en el film. Y no respecto a Robin, sino al periodo que toca. Aunque en este punto me viene a la cabeza la magistral lección de cine que nos regaló Quentin Tarantino en sus “Malditos Bastardos”, dejando claro de una forma contundente que una cosa es el cine y otra la historia…
También hay que decir que si bien el tratamiento de los personajes “buenos” está bastante logrado, no se puede decir lo mismo de los “villanos”, que están excesivamente caricaturizados, y los actores a pesar de que son buenos profesionales, aquí se notan sobreactuados.
El ritmo es demasiado desigual, con uno de los arranques fílmicos más cortantes y sin sentido que recuerdo, apareciendo “los niños”, que son otros de los puntos débiles del film, por su escaso tratamiento para el protagonismo absurdo que toman al final, el mismo que toma Lady Marion, pero que en una sociedad de igualdad de género parece obligado meter, aunque sea con “calzador”… Y hablando del final, también es muy cortante en cuanto a estilo, siendo la mayoría del metraje bastante crudo, para ese final de cuento, y excesivamente bucólico.
Por último añadir algo que personalmente me es muy molesto en las películas con tintes históricos de Ridley Scott, y es cómo retuerce la historia hasta llegar a niveles insultantes para el espectador con algo de conocimiento en historia, y no por ponderar el arte fílmico, lo que como he dicho en los párrafos anteriores es totalmente justificable, sino para mostrar sus tendencias políticas. En Gladiator hizo que volviera la república a Roma, y aquí que los nobles se unan para realizar una carta de los derechos humanos con todos los súbditos en igualdad de condiciones… sin comentarios.
Luces y sombras, simplemente se quedará en eso, en luces y sombras, por lo que no llenará del todo, no se recordará como una de sus mejores películas del creador de Alien, pero tampoco es la nefasta película que dicen muchos, y los aciertos te hacen vibrar en la butaca, y eso es ya mucho para el cine que se hace hoy en día…
La ambientación es otro punto a favor, al igual que la realización de “cámara en mano” en las nombradas batallas, que a pesar de que en algunos tramos marea, en otros te mete de lleno en la lucha, pareciendo casi “reporteros de guerra actual”.
Sombras. Sin embargo también hay sombras, y repartidas como una salpicadura de aceite por todo el metraje, enturbiando la visión final. Por un lado te esboza unos secundarios maravillosos, pero no profundiza en ellos. Por otro los tremendos fallos históricos que abundan en el film. Y no respecto a Robin, sino al periodo que toca. Aunque en este punto me viene a la cabeza la magistral lección de cine que nos regaló Quentin Tarantino en sus “Malditos Bastardos”, dejando claro de una forma contundente que una cosa es el cine y otra la historia…
También hay que decir que si bien el tratamiento de los personajes “buenos” está bastante logrado, no se puede decir lo mismo de los “villanos”, que están excesivamente caricaturizados, y los actores a pesar de que son buenos profesionales, aquí se notan sobreactuados.
El ritmo es demasiado desigual, con uno de los arranques fílmicos más cortantes y sin sentido que recuerdo, apareciendo “los niños”, que son otros de los puntos débiles del film, por su escaso tratamiento para el protagonismo absurdo que toman al final, el mismo que toma Lady Marion, pero que en una sociedad de igualdad de género parece obligado meter, aunque sea con “calzador”… Y hablando del final, también es muy cortante en cuanto a estilo, siendo la mayoría del metraje bastante crudo, para ese final de cuento, y excesivamente bucólico.
Por último añadir algo que personalmente me es muy molesto en las películas con tintes históricos de Ridley Scott, y es cómo retuerce la historia hasta llegar a niveles insultantes para el espectador con algo de conocimiento en historia, y no por ponderar el arte fílmico, lo que como he dicho en los párrafos anteriores es totalmente justificable, sino para mostrar sus tendencias políticas. En Gladiator hizo que volviera la república a Roma, y aquí que los nobles se unan para realizar una carta de los derechos humanos con todos los súbditos en igualdad de condiciones… sin comentarios.
Luces y sombras, simplemente se quedará en eso, en luces y sombras, por lo que no llenará del todo, no se recordará como una de sus mejores películas del creador de Alien, pero tampoco es la nefasta película que dicen muchos, y los aciertos te hacen vibrar en la butaca, y eso es ya mucho para el cine que se hace hoy en día…