Si te vas al video-club y te pillas una peli con este título...ya te hueles de que trata.

Y en este caso no fallas, John Hughes nos presenta un divertido film con este tema de fondo, el acompañante impertinente. Como serían todas esas vivencias y anécdotas acerca de la más que desagradable compañía de una persona que solo nos produce problemas y desdichas.

Aunque me divertí mucho viéndola, no la consideraré nunca una comedia, porque rara vez me hizo reir. Sí la consideraré una muy buena película de entretenimiento, que al fin y al cabo es lo que espera uno cuando se dispone a verla. No se me hizo nada pesada, el guión es muy llevadero y muy variado, aprovechando todas las posibles escenas en las que el personaje de Candy incordia a Steve Martin. No pega un bajón en ningún momento, ya que nada es repetitivo, aunque si previsible.
Otra cosa para mí el ya fallecido John Candy siempre me ha parecido un tipo muy gracioso, pero nunca un gran cómico, en esa faceta se lo come con patatas el gran Steve Martin, el cual sin abrir la boca, solo con sus gestos y poses te crea la risa fácil.
Película recomendada para ver en cualquier momento y pasar un gran rato de forma agradable en familia.