Her es una peculiar historia de ciencia ficción romántica.

En un futuro no muy lejano, Theodore (Joaquín Phoenix), es un tipo solitario que trabaja escribiendo cartas para otras personas, y además está en un proceso de divorcio. Un día compra un sistema operativo dotado de inteligencia artificial, que sirve para prácticamente todo. Theodore quedará prendado por la voz de Samantha (Scarlett Johansson), la voz de su sistema operativo con quién iniciará una relación romántica.

Spike Jonze (Being John Malkovich, Adaptation), dirige por primera vez una historia original con guión propio y logra un film fascinante, relatado a la manera de los clásicos, se apega a contar una historia de amor un tanto singular, pero Jonze más bien dirige su mirada a una sociedad que ha generado una dependencia total en la tecnología, donde se busca solucionar con ella todo, incluida la soledad.

Con un reparto que destaca a las correctas Amy Adams y Rooney Mara, Jonze recarga su relato en un Joaquin Phoenix en todo su esplendor; sobrio, contenido, magistral, como en todas las películas en que se lo ha visto en los últimos años, como en Two Lovers, o esa obra maestra llamada The Master, Phoenix consigue contagiarnos de su estado depresivo y melancólico por su separación y de la angustia posterior por su incapacidad para relacionarse ya no con seres humanos, sino con su novia virtual.

Mención aparte la participación en off de Scartlett Johansson, que logra dotar de toda humanidad posible a su personaje desde su voz, la gran música de Arcade Fire, un fino trabajo en la fotografía a cargo de Hoyte Van Hoytema (Let the Right One In) y un diseño de producción que consigue un futuro que nos parecerá demasiado cercano.