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España España · Madrid
Voto de callit:
10
Thriller. Drama En 1980, en la frontera de Texas, cerca de río Grande, Llewelyn Moss (Josh Brolin), un cazador de antílopes, descubre a unos hombres acribillados a balazos, un cargamento de heroína y dos millones de dólares en efectivo. (FILMAFFINITY)
4 de febrero de 2008
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Extraordinaria película de los hermanos Joel y Ethan Coen, la mejor de su valiosa filmografía, y prueba de la plena madurez que han alcanzado como cineastas. No es que antes hubieran dejado de demostrar su talento, allí están títulos tan redondos como Muerte entre las flores o Fargo. Pero es cierto que les podía su vertiente gamberra, se hacían demasiado reconocibles con sus bromas y su estilo visual. En la obra del escritor Cormac McCarthy han encontrado temas y personajes con los que pueden identificarse, y con los que, en efecto, se han identificado. Así que se benefician de la gran humanidad con que McCarthy pinta a sus personajes de la frontera, tipos lacónicos, habituados a la vida dura; y de algún modo depuran lo que en otros de sus filmes resulta exagerado. Y la combinación Coen-McCarthy resulta perfecta. Porque hablar de una historia con asesinos pasados de rosca (estupendo Javier Bardem, y también Woody Harrelson, con menos presencia), y tipos duros, supervivientes natos (los personajes de los magníficos Josh Brolin y Tommy Lee Jones, uno al que atrae el dinero, pero que tiene un código moral que le lleva, por ejemplo, a llevar agua a un tipo al que dejó malherido, el otro con un claro sentido de la justicia, pero cansado de ver cómo el mal y la crueldad dominan con frecuencia el mundo), es hablar claramente del universo Coen; pero la aproximación por la senda McCarthy ayuda sobremanera a la credibilidad de lo narrado. Y no sólo en los protagonistas, sino también en tipos humanos de la América profunda, un vendedor, el encargado de un motel... Gente corriente y moliente, que se suelen ver poco en las películas, y a la que los Coen ya se habían acercado en títulos como Fargo.

Resulta increíble la impecable caligrafía cinematográfica que presenta este trabajo de los Coen. La historia salta de uno a otro personaje con naturalidad, y la tensión del "duelo", por así decir, entre Lewellyn y Anton, alcanza niveles altísimos, ya sea en medio del desierto, esa dinámica persecución hasta el río; en el motel de carretera; o en México. Hay violencia, dura e impactante, desagradable si se quiere, aunque tampoco se busca el regodeo. Funciona muy bien la sobriedad de los personajes, e incluso el que se prestaba más al histrionismo, el de Bardem, está contenido en su justo punto. Hay reflexiones apuntadas, sobre la libertad y la responsabilidad (esa moneda caprichosa de Anton no le exime de lo que es una crueldad salvaje y deliberada), el anhelo de un hogar tranquilo, y la implantación de un orden justo que no llega. Incluso se alude al universal deseo del encuentro con Dios en la vida de uno, del que se aguarda a veces a que haga su aparición cuando uno ya es de edad avanzada, quizá olvidando que ese encuentro tiene algo de búsqueda, que no puede dejarse a la pura providencia, aunque ésta cuente, y mucho.
callit
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