Adaptación de un personaje mítico a un formato un tanto tópico, el de resolver un caso por episodio en pro del entretenimiento sin demasiadas complicaciones.
Sin embargo, dentro de esa categoría, se trata de una serie destacable con estilo propio, que conserva la esencia de los personajes, los lleva adecuadamente a una época actual y los humaniza.

Aquí Sherlock es un hombre, no un superheroe, y por lo tanto comete errores y sus cualidades están en constante equilibrio con sus dificultades, su elevado intelecto es una ventaja cómo detective pero repercute de forma negativa es su conexión con otros y le aísla por ejemplo.

Las interpretaciones son destacables, la de un carismático Jonny Lee Miller en especial, y una Lucy Liu cómo una útil e indispensable Watson, siempre bien secundados en general. Y cada episodio funciona como un entretenido e ingenioso juego con el que desconectar de lo demás por un rato.