En esta obra Stanley Kubrick muestra al publico su visión, critica, del militarismo estadounidense, así como del espíritu bélico; enmarcando su historia en la más que cuestionada guerra de Vietnam. No solo muestra las desgracias de la guerra, si no que muestra con toda crudeza la locura a la que llegan los soldados, incluso antes de entrar en combate, durante los entrenamientos militares, donde todo vale para motivar a los hombres, para olbigarles a matar a soldados, civiles, mujeres niños... en honor a una bandera con barras y estrellas, que según ellos significaba la libertad, cosa que aun hoy es discutible. Una critica ácida.

La cinta tiene una gran intensidad desde el primer minuto, y ésta no decae hasta el final. Rica, como todas las películas de Kubrick, en una serie de señales y símbolos que hablan al espectador en todo momento sobre la actitud del director ante unos u otros sucesos. A este inmenso trabajo del director hay que sumar las grandes actuaciones que aparecen en la película, muy propio, también, de las obras de Kubrick, pues era experto en conseguir exactamente lo que quería de cada actor y actriz en cada secuencia.

Te recomiendo esta película, lo único que puedo decir: impresionante. Me quedé boquiabierto cuando terminé de verla.