Película de Woody Allen, donde Larry David hace una personificación del genio neoyorquino.
Sinceramente, solo puedo entender esta película como un experimento, como un montaje, una prueba de como funcionaria Larry David (y para cualquier otro actor) en el rol que ha hecho Woody Allen toda su vida, y cómo queda?

Cuando he visto la peli me ha parecido que se tratara de un experimento porque todas las situaciones, todas las historias que aparecen en la película están exageradamente forzadas. Aparecen personajes de repente, para que así pueda introducir algo nuevo a la trama, de hecho, la propia película parece que se da cuenta de ello y termina caricaturizando esto mismo. La película parece estar hecha con las primeras ideas de una ‘brainstorming’ en la que nadie se ha parado a mejorar esas ideas, a cuestionarlas, y a partir de unos cimientos tan frágiles han hecho el edificio.

Sinceramente, no soy muy crítico con este rasgo, las películas del sr. Allen suelen pecar de esto en mayor medida de forma inevitable, pero no puedo mirar hacia otro lado cuando las conversaciones son bruscas, Larry se esfuerza en ello, levantando la voz para hacer callar y cambiando de temas para no escuchar la réplica, y dicho esto, quiero decir que él, como actor, no lo hace mal. El resto de actuaciones sí que son más simplonas, falta de matices (aunque quien soy yo para juzgar esto). El guión sigue teniendo esos diálogos con una jerga ‘made in Allen’, y un escenario, New York, que se encarga de ser la excusa perfecta (caricatura de la ciudad) para juntar un grupo de personajes excéntricos y variopintos.

Antes preguntaba si Larry David quedaba bien en las botas de Woody Allen, la respuesta, que ya la habréis adivinado, es no, en absoluto y no por él. Me siento bastante solo en esta afirmación, pero creo Woody Allen (aparte de ser un guionista y director maravilloso) es un actor increíble, muy limitado en la variedad de papeles que puede hacer, pero un genio a la hora de ser un excéntrico con el ego subido, porque entonces balbucea y se muestra tan endeble, que resulta entrañable, y eso creo que no lo puede hacer nadie.